La familia taiwanesa de Madrid temía salir a la calle para contagiar al pueblo

La Policía de San Martín de Valdeiglesias halló al padre y dos de los hijos fallecidos al entrar a la vivienda porque los menores llevaban meses sin ir al colegio.

La Voz de Galicia, Efe, 19-01-2010

Cuando la Policía de San Martín de Valdeiglesias (Madrid) entró en la casa de la familia taiwanesa cuyos hijos llevaban meses sin ir a clase, los niños les dijeron que no podían salir porque infectarían al pueblo, y no revelaron que había tres fallecidos, que fueron hallados después por los agentes.

Así lo ha explicado David Carrillo, uno de los dos agentes de la Policía Local que entró en el domicilio de la familia Lee el pasado jueves, después de un primer intento en el que la hija mayor abrió la puerta pero les instó a irse porque, según insistió, la familia estaba bien y los niños irían al colegio al día siguiente. Los agentes acudieron el pasado jueves sobre las 14.30 horas al domicilio de la familia taiwanesa, en el número 35 de la calle Benavides de Órbigo, en el marco del protocolo contra el absentismo escolar, ya que los hijos no habían ido a clase desde el 15 de noviembre. Los servicios sociales del Ayuntamiento creían que podrían haberse ido del domicilio, ya que les habían cortado la luz y los vecinos no les veían.

El pasado jueves, una comisión compuesta por una integrante de la Mesa de Absentismo Escolar y un miembro de los Servicios Sociales municipales pidieron a los agentes que les acompañasen, para ver si ellos conseguían determinar si en la casa había alguien. Al llamar repetidamente a la puerta abrió la hija mayor, de 14 años, quien les aseguró que no había ningún problema y que los niños habían estado enfermos pero ya estaban bien. Rechazó que los agentes entrasen y que les diesen comida o bebida. Los agentes sospecharon que allí «ocurría algo muy raro» y comunicaron el caso a la Fiscalía de Menores y al Juzgado de guardia de Navalcarnero, que dieron su consentimiento para que entrasen en la casa.

Los agentes locales avisaron a la Guardia Civil y a las 15.45 volvieron al domicilio acompañados por guardias civiles, una UVI del Summa y una ambulancia de Protección Civil, y cuando la hija mayor les volvió a abrir le explicaron que tenían que entrar y la acompañaron hasta el salón, donde vieron a cuatro personas la madre y tres hijos sentados en un colchón, y les pidieron que salieran. «Al principio se negaron y lloraron, porque decían que estaban enfermos e iban a contagiar a todo el mundo, pero les explicamos que les atenderían médicos y al final no opusieron mucha resistencia», ha relatado el policía, que ha detallado que el salón estaba casi a oscuras, con las persianas bajadas e iluminado sólo por lámparas de aceite.

Cuando esas cuatro personas entraron en las ambulancias, los agentes volvieron a la vivienda y al subir las persianas vieron unos «bultos» tapados con mantas sobre el mismo colchón en el que estaban sentadas los tres atendidos, y al destaparlos descubrieron tres cadáveres. Mientras, en las ambulancias, los niños explicaban que «no pasaba nada raro» e incluso la mayor llegó a asegurar que su padre había ido a buscar trabajo. El policía local ha relatado que, aunque ha visto imágenes más desagradables, nunca había experimentado «un olor como el que había allí, y ver platos con comida y vasos llenos de moho, y sobre todo pensar que había niños que habían convivido allí muchos días».

David Carrillo ha explicado que los cuatro supervivientes estaban «muy sucios y abandonados», y que la madre era la que peor se encontraba, y la única que no sabía castellano. Con respecto a este suceso, el Ayuntamiento de San Martín de Valdeiglesias ha anunciado hoy que se hará cargo del entierro de los tres fallecidos en el municipio, si ningún familiar los reclama o no se pide la repatriación a su país de origen. Por el momento los tres cadáveres permanecen en el Instituto Anatómico Forense, donde se les practicó la autopsia el viernes. La madre de la familia continúa ingresada en el hospital de Alcorcón, aquejada de una grave depresión, según han detallado fuentes municipales.

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