Los socialistas lanzaron duras acusaciones contra el PP por proponer su líder, Mariano Rajoy, el endurecimiento de la ley de extranjería en plena polémica por la decisión del Ayuntamiento de Vich. José Antonio Alonso acusó a los populares de promover una política migratoria de «marcado carácter antisocial y antieuropeo», que le sitúan «en el segmento de la derecha más dura de la UE». El portavoz parlamentario se preguntó si «hay que dejar tirados» a los niños sin papeles en edad escolar o a los inmigrantes que necesitan un médico y recalcó que «si no les empadronan, dejan de existir y de tener acceso a lo más elemental».

Alfredo Pérez Rubalcaba acusó a Rajoy de oportunismo político por criticar la normativa que obliga a empadronar a los inmigrantes irregulares que aprobada cuando era ministro de Administraciones Públicas en julio de 1997. El ministro del Interior recordó que el Grupo Popular no presentó una sola enmienda en la tramitación de la nueva ley de extranjería. Por su parte, el vicesecretario del PP, Esteban González Pons, insistió en que los ayuntamientos tienen que empadronar a los irregulares, pero debe cambiarse la ley.