LLUÍS URÍA – París. Corresponsal

Jean-Claude Duvalier, exiliado en 1986, vive al parecer arruinado en un pequeño apartamento de París
En medio del horror y la desolación, una voz ha resurgido procedente de un lejano y tenebroso pasado. El último dictador de Haití, Duvalier, Baby Doc,exiliado en Francia desde 1986, ha reaparecido inopinadamente este fin de semana para expresar su solidaridad con las víctimas del terremoto que ha devastado su país y anunciar la generosa donación a la Cruz Roja americana de 8 millones de dólares depositados en la Union des Banques Suisses (UBS) a nombre de la Fundación Brouilly, creada por su madre ya desaparecida, Simone Ovide Duvalier… Sólo que este dinero fue bloqueado en su día y posteriormente confiscado por la justicia suiza en el año 2002.

En una declaración enviada por correo electrónico al diario electrónico norteamericano The Daily Beast, el antiguo dictador haitiano, de 59 años, pide a las autoridades helvéticas la “transferencia inmediata” de dichos fondos para contribuir a la asistencia de los damnificados por el seísmo. Baby Doc, que no puede disponer legalmente de dicho dinero, se permite sin embargo fijar las prioridades a las que debe ser destinado y cita la ciudad natal de su madre – Léogane-,la de su padre, el fundador de la dinastía, Papa Doc – Carrefour-,y la suya propia – Puerto Príncipe-.

Baby Doc obvia también, en su declaración, un dato fundamental: la Oficina Federal de Justicia de Suiza decidió el pasado mes de septiembre restituir el dinero depositado en la cuenta de la USB (7,6 millones de francos suizos, equivalente a unos 7 millones de euros) al pueblo de Haití. En su fallo, la justicia suiza consideró que el clan Duvalier, a quien Haití acusa de haberse apropiado de más de 100 millones de dólares, estaba al frente de una “organización criminal” que se dedicó durante años, entre 1957 y 1986, a “vaciar las cajas del Estado” en beneficio propio bajo un “régimen de terror”, del que la milicia presidencial – los brutales tonton macoute-fue el brazo ejecutor. El régimen de François Duvalier fue corregido y aumentado por su vástago al heredar la presidencia vitalicia del país en 1971.

Derrocado en febrero de 1986, Jean-Claude Duvalier se refugió en Francia, único país que aceptó temporalmente su entrada. París se dio una semana para encontrarle un destino definitivo. Pero no lo halló y aquella semana se ha convertido en casi un cuarto de siglo. Baby Doc es un invitado incómodo para Francia, que nunca lo ha reconocido como refugiado político y que tolera su estancia semiclandestina en el país – sin papeles-a falta de una petición formal de extradición de parte de las autoridades haitianas.

Tras instalarse a todo lujo en los Alpes y después en la Costa Azul, donde se paseaba en Ferrari y gastaba el dinero de los haitianos a espuertas, el ex dictador acabó aparentemente arruinado. En su descalabro económico tuvo al parecer mucho que ver el divorcio de su esposa, Michèle, que antes de dejarle en la estacada vació al parecer sus cuentas. En 1995, acogotado por las deudas, Baby Doc se mudó a París, donde – según se dice-vive semioculto en un pequeño y modesto apartamento de dos habitaciones en el popular distrito XX de la capital, junto con su nueva compañera, Véronique Roi, a merced de la ayuda de viejos amigos.