Martes 11 de septiembre de 2007. Diez y cuarto de la noche. Tres jóvenes, dos colombianos y un ecuatoriano, se encontraban dentro de un automóvil Seat Ibiza estacionado junto a la entrada de un garaje en la zona de Torreblanca, en Fuengirola. Esperaban algo, o a alguien.

Una ráfaga de disparos rompió la quietud de la noche. Varios vecinos marcaron asustados el 091, el 061 y el 112. Los teléfonos de emergencias recibieron un aluvión de llamadas que alertaban del tiroteo. En la calle, los policías hallaron malheridos a los tres jóvenes. Uno no salió de allí con vida. El segundo murió en el hospital esa madrugada. El tercero, días después.

La investigación se saldó esos días con dos arrestados, entre los que se encontraba el que la policía consideraba presunto autor material del tiroteo. Pero aún quedaban algunos flecos pendientes. Esta semana, la Policía Nacional ha reactivado el caso con la detención de otras cuatro personas, según ha podido saber SUR.

Operación

La operación policial, a cargo de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de esta comisaría local, se reanudó a mediados de esta semana. Los arrestos se produjeron el jueves. Se trata de varios jóvenes, todos ellos vecinos de la zona. Dos son españoles y los otros dos son colombianos, según las fuentes consultadas. No obstante, se desconoce cuál sería su supuesto grado de implicación en los hechos. Ayer se tenía previsto que los detenidos pasaran a disposición judicial.

Con estos arrestos, la policía considera cerrada la investigación sobre el triple crimen de Fuengirola, que tuvo una gran repercusión tanto en la provincia como fuera de ella. En aquellas fechas, trascendió que el posible móvil del suceso fue una deuda económica. Según indicaron entonces fuentes del caso, uno de los sospechosos supuestamente reclamaba entre 50.000 y 60.000 euros a una de las víctimas. Ambos eran colombianos, nacidos en Cali. También eran cuñados.

La investigación apuntaba a que concertaron una cita para «rendir cuentas». Según esta tesis, el supuesto deudor, J. E. R. S., habría acudido a la reunión acompañado por dos amigos, su compatriota Y. M. L. L. y el ecuatoriano R. C. M. M. Este último fue el único de los tres que murió en el acto. J. E. R. S. fue evacuado al Hospital Costa del Sol con cinco tiros. Falleció esa misma madrugada, aunque al parecer antes de morir pudo proporcionar a los agentes los nombres de los implicados en el tiroteo. El segundo colombiano pereció cinco días después en Carlos Haya. Las balas le alcanzaron en el tórax y en el abdomen.