Vic – «Ahora yo no quiero vivir más en Vic. ¡Me quiero ir de aquí porque el Ayuntamiento no piensa en nosotros!». Indignado, enfadado y muy dolido se encuentra Eduard, de 41 años y de Gahana. Éste es el sentimiento que reina en las calles del barrio del Remei de Vic, donde viven la mayoría de los inmigrantes. « Yo hablo catalán y me llevo muy bien con mis vecinos, sólo es el Ayuntamiento el que se queja de todo», lamenta otro joven de Senegal.
Ante esta tensa situación generada a partir de la polémica idea del alcalde, Josep Maria Vila d’Abadal (CiU), una veintena de asociaciones cívicas de inmigrantes y sindicatos de Vic y Osona, se reunieron ayer por la tarde con el equipo de gobierno para exigir que retiren su negativa de empadronar a inmigrantes «sin papeles». Tras más de dos horas de encuentro, las entidades valoraron positivamente la reunión en la que el alcalde se comprometió a mantener el diálogo con ellos y reconoció su error de no haber contado con su opinión antes de lanzar la iniciativa. «El alcalde está en dispuesto a sentarse y se ha comprometido a reunirse con nosotros el próximo lunes, cuando ya tendrá el dictamen jurídico para seguir hablando», explicó el secretario de UGT en Osona, Cesc Poch. Entre las entidades reunidas con todo el equipo de gobierno se encontraron las asociaciones que ayer firmaron un manifiesto para reclamar que «no sean marginados a la hora de tomar decisiones». Entre ellas se encuentran African Muslem Cultural,  la asociación Cultural Subsahariana y amigos de Osona, la Asociación de Ecuatorianos en Cataluña, el Centro Islámic de Vic, así como CC.OO, SOS Racismo o Cáritas. «Además se ha creado una comisión para estudiar y valorar conjuntamente el dictámen entre todas las entidades y el ayuntamiento», avanzó Poch, quien explicó que de momento no habrá movilizaciones a la espera del lunes.