La Sala Tercera del Tribunal Supremo ha admitido a trámite un recurso contencioso administrativo presentado por la abogada Zoubida Barik, a quien el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, expulsó de un juicio por llevar velo islámico, ante la «desestimación presunta» del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que todavía no se ha pronunciado sobre la queja presentada por la letrada.

Zoubida presentó en noviembre un recurso de alzada ante la Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional en el que solicitaba que se declarara nula la decisión de expulsarla de la sala al entender que el juez había vulnerado su derecho a la no discriminación y el respeto a su vida privada. De forma paralela, interpuso una queja ante el Servicio de Inspección del CGPJ en el que reclamaba la apertura de una investigación «seria e imparcial» sobre estos hechos, que pueden ser constitutivos de una «falta grave o muy grave de abuso de autoridad».

Silencio administrativo

La Administración disponía entonces de 20 días para resolver el recurso, tras los cuales «no ha notificado acuerdo alguno», por lo que la abogada ha decidido presentar un nuevo recurso ante la Justicia, en este caso ante el Tribunal Supremo, «por silencio administrativo». En el documento, la abogada expone que su queja se interpuso dentro de los diez días hábiles siguientes a «la humillación de la recurrente de ser sacada del estrado por vestir un símbolo del Islam y de la cultura de la mujer árabe, el pañuelo sobre la cabeza».

En la nueva queja, admitida a trámite por el Tribunal Supremo el pasado 5 de enero «conforme al procedimiento especial para la protección de los derechos fundamentales de las personas», la letrada volvió a defender que la decisión de expulsarla del estado afecta al derecho a la igualdad ante la ley, al derecho a la libertad religiosa y al derecho al respeto de la vida privada.

Los hechos objeto de la denuncia tuvieron lugar el pasado 29 de octubre, cuando la letrada acudió a la Sala de Vistas de la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional que preside el juez Bermúdez y, una vez sentada en el estrado junto al abogado encargado de la defensa de un imputado, el magistrado le instó a abandonar la sala por llevar un pañuelo en la cabeza. «Esta es mi Sala y aquí mando yo», le dijo.