Llegó hace cinco años a Boiro procedente de Chile y, tras ser consciente de los problemas que sufrían en Barbanza los inmigrantes, Joanna Beltrán decidió tomar las riendas de una asociación de asesoramiento a este colectivo. Así nació a finales de enero ConTacto.

-¿Cómo se gestó esta entidad?

-Yo trabajaba en un bar como camarera y era requerida por un montón de gente que me pedía asesoramiento sobre trámites, casi todos relacionados con la ley de extranjería. Empecé a ver que había una necesidad clara de asesoramiento en este ámbito. Me parecía imposible que los inmigrantes tuviéramos que vernos obligados a ir a Santiago o a A Coruña en busca de respuestas y decidí actuar para mejorar esta situación.

-¿Son tantos los problemas burocráticos a los que se enfrentan los inmigrantes?

-Hay que darse cuenta de que para una familia, la falta de un documento puede desencadenar una tragedia, puesto que significa, por ejemplo, que los padres estén lejos de sus hijos. Por eso una de nuestras líneas de trabajo más importante está encaminada hacia la consecución de los documentos de nacionalidad.

-¿Es ese el problema principal de los extranjeros que residen en Barbanza?

-Es uno de ellos, pero la desinformación es el gran problema de los inmigrantes. La ley de extranjería sufre cambios constantes, de los que a veces ni siquiera nos enteramos. Para los que queremos quedarnos y conseguir que nuestros hijos crezcan aquí, es fundamental estar al día en todo este tema.

-¿Cuántas personas forman ConTacto?

-A diario, en la oenegé trabajan conmigo Mauricio Peña y Dolores Durán. Contamos también con la colaboración de la abogada María Gude. A mayores, recibimos periódicamente apoyo de diversas personas, entre ellas varios letrados.

-¿Qué servicios ofrece la asociación?

-Los principales son los de asesoramiento jurídico y sociolaboral, pero a mayores tenemos en marcha talleres de arte y teatro, y clases de alfabetización para extranjeros. Nuestra intención es ampliar en breve esta oferta. A mayores, colaboramos con otras oenegés para combatir la pobreza, con campañas de recogida de alimentos y de ropa.

-¿Qué balance hace de este primer mes y medio de ConTacto?

-Muy positivo, puesto que prestamos servicio a unas ochenta personas. El objetivo es que el ámbito de actuación de la entidad sea comarcal. Queremos crear una red con los servicios sociales de los concellos.