Reservando para la República el derecho de admisión, Sarkozy ha dicho que el ‘burka’, como «signo de servidumbre», no es bienvenido. Su partido quiere una ley que lo prohíba y multas de 750 euros. Con tan arriesgada iniciativa se suceden las comparaciones de progres atolondrados. Y hasta el recuerdo de Esquilache. Pero el ‘burka’ no es una capa larga y un chambergo. No se pretende mantener el orden público sino la dignidad de las mujeres (en lo posible). Y comparar las tocas de las monjas con el ‘burka’ (no con el velo islámico ) es como comparar a una apaleada por su marido con una practicante del ‘sadomaso’. Tan idiota como enarbolar esa foto de Madonna en Nueva York con la cara totalmente tapada por el frío. Joan Collins, durante sus años de ‘Dinastía’, se compró un ‘burka’ para poder salir a la calle. Se cayó, casi la atropellan, los taxis londinenses no la paraban y sudaba como un pollo. Eso sí, nadie la reconoció. Ni para un rato tiene gracia.
Una pena. Lagun Aro GBC no pudo aprovechar ayer ante el Fuenlabrada la oportunidad de clasificarse para la fase final de la Copa. No era éste un objetivo establecido para esta temporada, pero la excelente trayectoria del equipo guipuzcoano en la Liga le había aproximado a la posibilidad de optar a la fase final copera. No ha sido posible finalmente, pero esta ocasión desperdiciada no puede ni debe desorientar al Lagun Aro GBC de su objetivo primordial: seguir sumando triunfos en la Liga.