El Gobierno italiano propone suspender los partidos de fútbol en los que se escuchen cánticos racistas

el ministro del Interior aboga por endurecer las medidas ante los últimos episodios racistas

Deia, 11-01-2010

Roma. El ministro del Interior de Italia, Roberto Maroni, abogó ayer por que los árbitros del campeonato italiano suspendan los partidos de fútbol en los que se escuchen cánticos racistas hacia algún jugador para poder tomar así las medidas pertinentes.

En una entrevista a un canal de televisión, Maroni abordó la problemática que se vive en algunos estadios italianos con el jugador del Inter de Milán Mario Balotelli, de ascendencia ghanesa y que ha tenido que soportar en varias ocasiones insultos racistas desde la grada.

“A menudo es difícil distinguir entre un cántico racista y el choteo vinculado con la pertenencia de un jugador a otro equipo. Pero justamente porque es difícil, estoy convencido de que no se debe minusvalorar”, comentó el titular de Interior, Roberto Maroni.

“No depende del ministro del Interior intervenir cuando hay un partido en curso, pero creo de verdad que la Federación de Fútbol debe proveerse de reglas muy rígidas: si existe el mínimo indicio de que hay un cántico racista, el árbitro debe inmediatamente suspender el partido y tomar las medidas convenientes”, añadió.

violencia Estas declaraciones llegan en un momento en el que el fútbol italiano está preocupado por algunos episodios de violencia y racismo, de los que el máximo exponente es la persecución que parece sufrir Balotelli en algunos estadios rivales por su color de piel. El pasado jueves el delantero fue sancionado por la Liga de Fútbol italiana con una multa de 7.000 euros por dedicar aplausos “provocadores” al público de la ciudad de Verona durante el partido del Inter contra el Chievo del miércoles, decisión que el club milanés piensa recurrir.

“Yo soy milanista, pero siento una profunda simpatía por Balotelli. Es un simpático fanfarrón además de ser un gran campeón”, comentó el ministro Roberto Maroni.

El Gobierno italiano, al que hoy se incorpora su máximo responsable, Silvio Berlusconi, debatirá en las próximos días el problema planteado en Rosarno.

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