- ¿Cómo ha reaccionado el Vaticano ante los sucesos de Rosarno?
–Después de que el secretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, mostrara el sábado la «preocupación» de la Santa Sede por la situación que se estaba viviendo en Calabria, Benedicto XVI subrayó ayer en el rezo del Ángelus que «el inmigrante es un ser humano, diferente por cultura y tradición, pero, de todos modos, digno de respeto. La violencia no debe ser nunca para ninguno el modo de resolver las dificultades».

- ¿Qué ha dicho el clero de la zona?
–Monseñor Pino Varra, sacerdote de la iglesia principal de Rosarno, censuró ayer durante su homilía el comportamiento que los vecinos de la localidad han tenido estos días. «Hay que ayudar a los hermanos que se equivocan. Algunos se han equivocado, pero esto no nos autoriza a golpearlos, perseguirlos, echarlos y matarlos. Debemos pararnos y entender si queremos ser cristianos», dijo el sacerdote. Ante la iglesia llena, el párroco quiso recordar a los que ya no estaban. «Falta John. Y Christian, Laurent y el pequeño Didou. Faltan también sus padres. Eran como vosotros, pero con la piel más negra, venían de África».