La ministra de Educación italiana quiere evitar guetos Roma

Italia ha decidido limitar a un máximo del 30% el porcentaje de estudiantes extranjeros en las escuelas públicas. La medida, que empezará a aplicarse de manera gradual a partir del próximo curso escolar, fue anunciada ayer por el Ministerio de Educación a través de una nota enviada a todos los colegios y que contiene «indicaciones y recomendaciones para la integración de los alumnos de nacionalidad no italiana».

«Fijar un límite del 30% de alumnos extranjeros por clase es una medida útil para favorecer la integración, ya que evita que haya clases – gueto formadas por extranjeros», señalaba Mariastella Gelmini, la ministra italiana de Educación.

Sin embargo, a nadie se le escapa que con esa medida el Ejecutivo italiano no sólo aspira a integrar a los alumnos extranjeros, sino también a salvaguardar los símbolos y la identidad de las escuelas italianas. Incluido por ejemplo el omnipresente crucifijo que preside las aulas de todas las escuelas públicas italianas, y que el Ejecutivo de Silvio Berlusconi se niega a retirar de las mismas a pesar de la sentencia conminándole a ello emitida recientemente por el Tribunal Europeo de Estrasburgo. «Nuestros institutos escolares están listos para acoger a todas las culturas y a niños de todo el mundo. Pero de la misma manera la escuela italiana debe mantener con orgullo sus propias tradiciones históricas y enseñar la cultura de nuestro país», destacaba la ministra Gelmini.

El techo del 30% de alumnos extranjeros en las aulas italianas podrá aumentarse en caso de que los hijos de inmigrantes hablen correctamente italiano. Y al revés: podrá descender si éstos no dominan el idioma. Italia contaba con 575.000 alumnos extranjeros en el año escolar 2007 – 2008, la mayoría de ellos residentes en el centro y norte del país.

La decisión de fijar un número máximo de estudiantes extranjeros en los colegios italianos se está viendo acompañada de la consabida polémica. El ex magistrado Antonio Di Pietro, líder del partido La Italia de los Valores, era de los primeros en elevar su voz contra la medida. «Considero peligrosa la propuesta», hacía saber en una nota. «Peligrosa porque en nombre de la salvaguardia de la raza y de la identidad nacional ya se han cometido en el pasado actos atroces», destacaba.

Y añadía que si Estados Unidos hubiera adoptado el método de la ministra Gelmini, hoy ese país no sería «una sociedad abierta y multicultural». «Establecer un techo del 30% de alumnos extranjeros por clase no favorece la integración pero tiene el sabor, amargo, del racismo», concluía Di Pietro.

Los colegios de España, sin cuotas

>En España no existe un sistema de cuotas que limite el número de inmigrantes en las escuela, pero el tema es objeto de debate.

>El reparto de inmigrantes en las escuelas públicas y concertadas es muy desigual. Los alumnos inmigrantes se concentran en la escuela pública (un 11,44% del total, frente al 5, 06% de la concertada).

>El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, se ha mostrado partidario de que se fijen «topes» de inmigrantes para evitar que se creen escuelas de «éxito» y de «fracaso».