La reflexión sobre la racionalización de los organismos públicos no ha parado con la supresión del Defensor del Menor. El Gobierno mantiene su intención de reconducir la proliferación de entes con fines conexos o duplicados y plantea unificar los destinados a potenciar la igualdad en un único servicio vasco.

La portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, abrió ayer en Bilbao el debate, centrándolo en primera instancia en la posible unificación del Instituto de la Mujer – Emakunde (para la igualdad entre sexos) y de los servicios Berdindu (para la libertad de opciones sexuales) y Biltzen (integración de inmigrantes).

La reflexión está dirigida, según fuentes del Gobierno, a la posibilidad de crear un Servicio Vasco de la Igualdad que elimine duplicidades y suponga una gestión más eficaz y reduzca burocracia y gastos.

De este modo, Mendia recogió el guante lanzado por la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, que ha propuesto recientemente unir el Consejo Económico y Social (CES) y el Consejo de Relaciones Laborales (CRL) en uno solo, y ha planteado revisar el número de observatorios dependientes de su departamento. Y es que en el seno de la administración autonómica existen ya más de cuarenta órganos consultivos y de participación sectorial.

Entre estos organismos, Berdindu ya está en un proceso de reflexión por parte de Asuntos Sociales, departamento que gestiona hoy en día el servicio, después de que la consejería descubriera anomalías en la actividad de Aukeratu, la asociación que lo gestionaba. Hasta que se decida sobre su futuro, el servicio de atención telefónica se lleva a cabo desde el propio departamento, mientras que los casos se derivan a las asociaciones de gays, lesbianas y transexuales. El caso de Biltzen es diferente. Dependiente de la Dirección de Inmigración del mismo departamento, el servicio cuenta con oficinas en los tres territorios históricos y no está siendo evaluado por el departamento.

Emakunde, por su parte, renovará el próximo lunes su consejo de dirección, coincidiendo con el proceso de evaluación de la Defensoría para la Igualdad, adscrita al Instituto Vasco de la Mujer, y que ha perdido gran parte de su capacidad de actuación tras la dimisión de su máxima responsable, Maite Erro, ante las dudas expresadas por el lehendakari sobre la necesidad de ese órgano.