La ex cristiana Diam’s se emboza para ir a la mezquita y se convierte en el ídolo de las periferias calificando al presidente de «facha» en sus letras París

Mélanie Georgiades, alias Diam’s, es un mal ejemplo para la Francia patriótica de Nicolas Sarkozy. No sólo discrepa del entusiasmo identitario que el presidente pretende inculcar a sus compatriotas. También se ha convertido al islam y la han sorprendido embozada de negro mientras se acercaba a una mezquita.

Es la cara B de la trovadora francesa. La cara A consiste en su popularidad de rapera contestataria. Tanto por la beligerancia de las letras – llama «facha» a Sarkozy en Ma France à moi – como por su aspecto de canalla con la gorra del revés. Exactamente la indumentaria que ha deplorado Nadine Morano, secretaria de Estado de Familia y protagonista de una polémica endogámica por sus impresiones sobre los observantes del Corán: «No estamos sometiendo a juicio a los jóvenes musulmanes. Lo que quiero es que amen Francia, encuentren trabajo y no hablen en jerga. No deberían llevar la gorra hacia atrás».

Diam’s parece la destinataria de semejante doctrina, aunque su popularidad en las periferias francesas y su posición de liderazgo en las listas de ventas sobrentienden la inquietud de Eric Besson, cuyas responsabilidades en el Ministerio de Inmigración y de Identidad Nacional se han topado con la dimensión totémica de la joven diva.

En primer lugar, la rapera nació – hace 29 años – en Chipre. En segundo lugar, se ha convertido en el símbolo de la mujer emancipada. Y en tercer lugar, ha abominado de la religión cristiana para encomendarse a Alá. Lo hizo en 2003, pero ha sido este otoño cuando ha acudido de manera más regular al reparo del minarete.

Se hallaba Diam’s en una profunda crisis psicológica. Tan profunda que ni siquiera el apodo le ha servido de armadura. Lo eligió al inicio de su carrera, en 1994, inspirándose en la fortaleza del diamante. Sin embargo, los vaivenes existenciales la mecieron entre el consumo de psicotrópicos y el fantasma de la camisa de fuerza. Así se entiende el título de su último disco, SOS, más personal e íntimo que los anteriores, pero bastante cañero respecto a la mordaza sarkozysta y al amaneramiento de una sociedad anestesiada, conservadora y asustadiza.

La misma sociedad que la ha rodeado con suficiente consenso como para que el museo Grevin, Olimpo de las figuras de cera, haya decidido instalarla entre las personalidades del año que acaba de terminar. Pero a Diam’s le resbalan estas distinciones. Y también le resbalan la promoción de su disco, las entrevistas, la mercadotecnia.

Hasta el extremo de que su última gira de conciertos no acontece en auditorios ni megasalas, sino en prisiones. Incluida la de Aix – en – Provence, cuyos espectadores consiguieron hace unos días que la oveja descarriada de Sarkozy se emocionara como no lo había hecho nunca.

«He pasado 28 años de mi vida buscando un equilibrio», proclamaba ante los detenidos. «Prisionera de mis tormentos, habría hecho todo lo que fuera necesario para liberarme».

Es la nueva piel de Mélanie Georgiades, que quiere convertirse en la voz de los desfavorecidos y de las mujeres maltratadas, renegando de su periodo bling – bling, expresión que alude a la opulencia y al sonido de las cadenas de oro cuanto chocan entre sí.

Había sido una revancha a los periodos de miseria. De hecho, Diam’s se compró el mismo Rolex de Sarkozy y el lujosísimo anillo que el presidente había regalado a Carla Bruni. Un exorcismo. Un delirio. O un error, como confiesa ahora.

LO DICHO Y HECHO

«Tras 28 años buscando un equilibrio, habría hecho todo lo que fuera necesario para liberarme de mis tormentos»

1980: Nace en Nicosia (Chipre). 1995: Elige el apodo de Diam’s, inspirándose en el sustantivo ‘diamante’. 1994: Empieza su carrera musical como rapera. 2003: Despega en las listas de superventas francesas y se convierte al islam. 2007: Se significa contra Sarkozy en las elecciones presidenciales. 2009: Aparece inmortalizada en el museo de cera Grevin de París.