La población navarra creció un 1,6% el año pasado y alcanzó los 630.578 habitantes

Se estabiliza el aumento de los últimos años, motivado por la inmigración - La Comunidad foral ha ganado 100.000 habitantes en diez años, principalmente en la Cuenca de Pamplona - El impulso poblacional (10.201 personas) pierde fuerza respecto al año pasado, cuando el aumento fue de 14.501

Diario de Navarra, CARMEN REMÍREZ . PAMPLONA, 29-12-2009

Desequilibrio. Es uno de los términos que viene a la cabeza al analizar con detalle cómo se reparte la demografía “viva” de Navarra. Mientras hay zonas que concentran prácticamente en su totalidad el crecimiento, el desarrollo urbanístico y la inversión industrial, hay otras que lentamente van quedando despobladas.
A ellas no ha llegado la “renovación” inmigrante e inevitablemente el crecimiento natural negativo (las defunciones superan a los nacimientos) van restando habitantes a estos municipios. Se trata, en casi todos los casos, de pequeños núcleos rurales ubicados en los valles pirenaicos o en Tierra Estella. Númericamente, su saldo negativo no suele ser muy importante. Pierden dos, tres, cuatro habitantes. Pero pocos suman más de 100 o 200 vecinos y llevan años sin ganar ninguno. Es el caso de localidades como Azuelo ( – 7), Bargota ( – 13), Desojo ( – 9), Eulate ( – 8), Garde ( – 3), Güesa ( – 3), Izalzu ( – 4), Mirafuentes ( – 3), Navascués ( – 4), Oroz – Betelu ( – 8), Romanzado ( – 15), Roncal ( – 13), Sansol ( – 7), Torralba del Río ( – 7) , Urraúl Alto ( – 9), Urraúl Bajo ( – 8), Valle de Yerri ( – 24), Yesa ( – 5) o Zúñiga ( – 8), entre otras.

Municipios “revitalizados”

Por contra, en el otro lado se yerguen revitalizados municipios que absorben prácticamente todo el crecimiento de población de Navarra. En la mayor parte de los casos se trata además de vecinos jóvenes, que fijan su residencia en promociones de nuevas viviendas que contribuyen a su vez a la expansión urbanística de esa localidad. Esta situación es la de, por ejemplo, Baztan (gana 145 nuevos habitantes), Beire (20), Beriáin (115), Berrioplano (729), Berriozar (121), Burlada (91), Cintruénigo (304), Corella (133), Egüés (1.650), Estella (189), Galar (60), Huarte (353), Olite (43), Pamplona (1.216), Peralta (248), San Adrián (129), Tudela (807), Sangüesa (80), o Villava (180 más), entre otros.

Los dos mayores aumentos en valores absolutos pertenecen al Ayuntamiento de Egüés y al de Pamplona. Resulta especialmente significativo el primer caso, que refleja la absorción de nuevos vecinos en desarrollos urbanísticos como el de Sarriguren. En Pamplona, el incremento de población no resulta demasiado significativo si se mide en términos relativos. Los 1.216 nuevos vecinos apenas suponen un crecimiento del 0,6% en comparación con la población . Así, en el último año la población de Pamplona ha pasado de 197.275 habitantes a 198.491.

En esta relación resultan significativos los datos de algunos municipios, en teoría con poco riesgo de despoblación, como puede serBarañáin. Éste, que por población, supone el tercer consistorio de Navarra, pierde habitantes en este último padrón (aunque sí es cierto que en el de 2007 los ganaba). Durante 2008, Barañáin ha perdido 83 vecinos; su población ha “menguado” desde los 22.193 habitantes de comienzo de año a los 22.110 con que cerraba diciembre.

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