Esperando a Stephany en Leganés

El País, PILAR ÁLVAREZ, 29-12-2009

La niña de la foto se llama Stephany. Fue a ver a sus abuelos a Bogotá y no puede volver. Su billete de Air Comet no sirve. Tiene una afección en el estómago y una cita con su médico en Madrid. Sus padres, en paro, no pueden pagar otro vuelo.

Si no hubiera pasado nada, Stephany Díaz, de 13 años, partiría mañana de Bogotá (Colombia) para volver a Madrid. En su casa de Leganés le esperan su padre, su madrastra y su hermana. Pero su billete ya no vale. Lo compró el abuelo desde Bogotá con una tarjeta de crédito. Pagó cerca de 900 euros, una cantidad “con la que podría comer una familia de cuatro personas durante tres meses en Colombia”, asegura el padre de la niña, Edilberto Díaz. No pueden volver a pagar, añade. Él y su mujer están en paro y al abuelo ya no le queda más dinero. “No sé cómo vamos a hacerlo, estamos desesperados”, explica.

Les preocupa la salud de la niña, en tratamiento por una bacteria asociada a la úlcera (Helicobacter Pylori). Tiene dos citas con su médico entre enero y febrero. Y no le quedan medicamentos. Pero no hay dinero para que vuelva y, según el padre, tampoco está claro que encontrara plaza porque casi no quedan. “La niña tiene dolores, se queja de la tripa”, añade.

La familia de Stephany fue ayer a la embajada de su país, como centenares de afectados, que llamaron o acudieron a sus consulados a pedir asesoramiento, una vez que Fomento concluyó su plan de rescate con el que ha trasladado a 4.215 viajeros.

La Embajada de Colombia considera el caso de Stephany “una prioridad”, según una portavoz, que explicó que en las oficinas asesoran a todo el que llega y se intenta reubicar los casos de “extrema necesidad” con pasajes pagados por la embajada.

Frente al Consulado de Ecuador también hubo ayer filas y teléfonos que no paraban de sonar. La asociación ecuatoriana Rumiñahui estima que hay más de 7.000 ecuatorianos afectados, entre los que quieren salir y quienes desean volver de otros países. “Nos preocupa la gente que sigue en los lugares de origen, los que no van a poder regresar porque no tienen dinero y perderán sus trabajos”, señala Vladimir Paspuel, de Rumiñahui.

Otros, como la fotógrafa española Desirée Martín, también pidió ayer ayuda al Gobierno español para volver de Bolivia, donde se encontraba trabajando. Martín, que en 2007 ganó el premio Ortega y Gasset de fotoperiodismo, denunció que tenga que sentirse “menos española sólo por tener un billete posterior al 26 de diciembre”.

Para ir o volver de Buenos Aires, el precio por trayecto está en 593 euros, según el cónsul de Argentina, Luis García, que critica que el precio “es un poco más barato pero sigue sin ser accesible” para sus conciudadanos. “Hay gente que se ha ido y no tiene para volver”, se lamenta. Su consulado atendió ayer a más de 90 personas.

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