Para evitar abandonos como el de ayer, el Gobierno regional creó, hace un año, el «torno del siglo XXI». «Dejar un bebé en la calle es un delito. Dejarlo en adopción no tiene consecuencias legales, sociales ni administrativas para la madre, a la que se garantiza toda la confidencialidad de sus datos. Lo importante es el bebé», señala a ABC la directora del Instituto Madrileño del Menor y la Familia , Paloma Martín. Una sola llamada al 012 o al 112 y se salva la vida del niño. Ese es el mensaje del Instituto. «La madre no se tiene que desplazar a ningún sitio. Vamos nosotros. Donde sea y a la hora que sea dentro de la región. Así funciona el protocolo y la unidad de emergencia», explica Martín. En este año, ese protocolo se ha activado cinco veces. Cinco bebés salvados. De ellos, tres se han dado en adopción y dos en acogida. El 98% de las madres que entregan a sus hijos son inmigrantes.

La mujer pare en el hospital. «De forma libre y voluntaria decide entregar a su hijo. En cuanto el crío tiene el alta médica nos hacemos cargo de él y se lo entregamos a una familia de adopción ya seleccionada. Es un momento mágico», dice Paloma Martín.