Escudriñando «no tan malas noticias» antes de que expire el año

Gara, 27-12-2009

Hace meses el colombiano Uribe daba por prácticamente muerta a la guerrilla de las FARC tras una serie de golpes y sucesos que apuntaban a un descabezamiento de su dirección. Ahora, vuelven a surgir voces que apuestan por una solución negociada.

Ayer, como quien dice, Obama anunciaba el envío de refuerzos a Afganistán pero dando a entender seguidamente que EEUU baraja una retirada en un plazo cercano.

La cumbre del clima de Copenhague se ha clausurado estos días con un fracaso tan rotundo que ha dejado al desnudo la incapacidad total de los grandes poderes actuales en el Planeta para hacer frente al desafío. Esta vez no caben subterfugios y cada vez son más las personas que entienden que calentamiento climático y capitalismo son las dos caras de la misma moneda.

El último año ha sido pródigo en ejemplos de que, pese al olvido y desprecio al que se ven sometidos desde hace mucho tiempo, muchos pueblos siguen decididos a seguir luchando por un futuro. Algún día.

Terminar el ejercicio anual escudriñando buenas nuevas en la arena mundial suena a pura ficción. O a estúpido voluntarismo. Pero peor sería apelar a los buenos deseos. Ya puestos, es preferible pensar y trabajar para que, algún día, los Obama, Netanyahu, Uribe y demás – o sus sucesores – se den cuenta, por necesidad, del error de sus apuestas.

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