Edwing Eduardo Zambrano, Sonia Zambrano y Joffre Elias Alcivar, muestran los billetes de avión que no podrán utilizar. :: PILAR WALS

Cientos de inmigrantes de la Región no podrán comerse el pavo mañana tranquilos. En el aire, está su regreso a nuestro país. La mayoría adquirieron sus billetes de avión a la compañía Air Comet, la que les ofrecía unas tarifas ajustadas a sus bolsillos y al momento actual de crisis. Muchos las contrataron con suficiente antelación para que los rumores que corrían desde hace semanas sólo fueran eso, noticias sin fundamento que la pasada madrugada se hicieron realidad con la inmovilización por parte de un juez del Reino Unido de la flota de aviones de la compañía.

La cifra de afectados es difícil de cuantificar. Los primeros vuelos hacia Ecuador se iniciaron hace casi un mes, según Luis Gilberto Ochoa García, presidente de la Asociación de Inmigrantes Intiraymi, quien asegura que «pocos son los que se marchan uno o dos días antes de Nochebuena de viaje a su país, por eso el número de afectados, en un principio, no será demasiado elevado. La mayoría se marcharon hace tres semanas y ya están con la familia».

Sin embargo, podrían ser hasta varios miles los que tendrían dificultades para regresar. «En estos momentos no se garantiza la vuelta, quizás al paso de los días vayan dando soluciones. Habrá que recolocarlos en otras compañías y eso llevará un tiempo, porque estamos hablando de miles de personas».

Air Comet es la compañía que contratan, sobre todo, los ecuatorianos, según explicó. «Los inmigrantes que residen en la Región hacen uso frecuente de Air Comet porque es la que tiene los vuelos más baratos». La contratación a través de agencias de viajes de los billetes de avión podría ayudarles. «Precisamente para prevenir este tipo de incidencias pocos son los que adquieren los boletos a través de internet».

Los vuelos hacia Bogotá parten de Madrid. Los inmigrantes suelen hacer el recorrido hasta la capital en autobús o tren. «Casi nadie utiliza el avión, por los elevados costes que supone. Alguno viaja en coche, aunque son pocos, quizás porque lleven demasiado equipaje y para evitar los trasbordos del ferrocarril hasta el aeropuerto».

Entre los afectados se encuentran Sonia Zambrano, Marta Cecilia Sánchez y Joffre Elias Alcivar Velásquez. Los tres acudieron ayer tarde hasta la agencia de viajes donde contrataron su vuelo para el próximo día 10 de enero. Su intención era pasar con su familia el carnaval y acudir a la graduación de sus sobrinos.

«Me enteré al mediodía, en el noticiero, y de inmediato nos presentamos en la agencia de viajes», afirmaba ayer tarde Sonia Zambrano, una ecuatoriana que lleva nueve años en nuestro país. «Me eché a llorar, porque hace cuatro años y medio que no veo a mi hijo y en los últimos días no podía ni dormir por la ilusión que me hace regresar».

A su lado, Edwing Eduardo Zambrano Zambrano. «El billete de avión es para mi esposa, Marta Cecilia Sánchez que hace también 14 años que no viaja a Ecuador». Edwing se mostraba muy preocupado no sólo por conseguir un billete para que su mujer pudiera viajar, sino también por los anuncios que desde el Gobierno se están haciendo. «No confío mucho en ellas, ya que hace tres años me ví afectado por un problema con otra aerolínea y todavía estoy esperando que me devuelvan el dinero que pagué».

Para Joffre Elias también era un sueño regresar a Ecuador. «Es la primera vez que vuelvo después de nueve años a Ecuador. Tengo ganas de ver a mis niños de 9 y 7 años. No puedo llamarles y decirles que no voy a estar con ellos esta navidad».

Ayer tarde consiguieron comprar otros billetes. «Son para el día 18, de otra compañía y no al mismo precio que nos habían costado con Air Comet, pero por lo menos nos garantizan que viajaremos. Luego, tendremos que pedir que nos devuelvan nuestro dinero», contaron.

Entre sus compatriotas hay un gran revuelo, contaron, ya que «tenemos muchos conocidos que se marcharon y que ahora no sáben cómo van a volver». También en su país, sus familiares siguen todas las noticias que se van produciendo. «En el aeropuerto de Barajas hay muchas personas que están desde anoche sin posibilidad de volar y sin dinero para comprar otros boletos».

Éstas iban a ser casi las vacaciones de su vida, ya que los elevados costos del viaje son el ahorro de los últimos años. Es el caso de Sonia. «Cuesta mucho conseguir reunir tanto dinero. Yo no sé desde cuándo estoy guardando dinero para conseguir el suficiente para volar y estar unos días con mis seres queridos», afirmaba mientras se le saltaban las lágrimas recordando a su pequeño con el que finalmente podrá reunirse.