Indígenas chiapanecos modifican su estilo de vida por migración

La migración chiapaneca a Estados Unidos modificó los hábitos y la cultura de las familias y comunidades, al dignificarles sus condiciones de vida y cambiarles las perspectivas de futuro, aseguraron expertos en el tema

El Universal, , 22-12-2009

TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis.— La migración chiapaneca a Estados Unidos modificó los hábitos y la cultura de las familias y comunidades, al dignificarles sus condiciones de vida y cambiarles las perspectivas de futuro, aseguraron expertos en el tema.


En los últimos 10 años, las remesas complementaron, aunque en algunos casos constituyeron, la base de los ingresos domésticos de las zonas rurales y urbanas. Esos recursos se invierten en alimentación, mejoramiento de viviendas, salud, educación, negocios y tecnificación agropecuaria.

Jorge Alberto López Arévalo, doctor en Economía Aplicada, dijo que la migración provoca cambios socioculturales en las comunidades campesinas e indígenas. Existen modificaciones en las costumbres alimenticias e incorporación del idioma ingles: “La cultura no permanece estática en los migrantes”.

El experto en migración económica comentó que las labores agrícolas representan una parte minoritaria en los ingresos campesinos, porque éstos viven de la “pluriactividad” con las remesas y los apoyos gubernamentales, como el programa Oportunidades.

“Hay familias donde buena parte de su sobrevivencia viene de las remesas; se dan casos exitosos menores, de gente que fue a Estados Unidos y acumuló conocimientos y ahorros, y al retornar mecanizó sus parcelas”.

El dinero que mandan quienes se fueron cambió el paisaje rural de zonas indígenas, como San Juan Chamula, en Los Altos. “Las remesas cambiaron la arquitectura de las viviendas; así, en ciertas comunidades se pueden observar casas de estilo Florida y California como en Estados Unidos”.

Fernando Álvarez, director general de Extensión Cultural de la Universidad Autónoma de Chiapas, dijo que los 10 millones de pesos que los migrantes envían cada año es un monto semejante al que el gobierno estatal destina al presupuesto de inversiones. “Mucha gente manda recursos a sus familiares, que compra ganado, tierras y algún tractor para mejorar la producción”.

Los estudiosos del fenómeno migratorio chiapaneco coincidieron en que el éxodo a la Unión Americana y a otros estados del país inició con la crisis de los precios del café a finales de la década de los 80 y aumentó con los estragos que dejaron fenómenos como los huracanes Mitch en 1998 y Stan en 2005. A estos factores se agrega la crisis económica del estado, que se refleja en la falta de empleos y de fuentes laborales.

López Arévalo dijo que la desvalorización del salario es el principal detonante de la migración chiapaneca. “Se necesitan crear anualmente entre 40 y 50 mil empleos para resolver la demanda de trabajo, pero los 6 u 8 mil que se crean no responden ni satisfacen los requerimientos ni las necesidades de la población”.

Se estima que en Estados Unidos trabajan alrededor de 500 mil chiapanecos, dedicados a actividades menores de agricultura, hotelería y restaurantes.

La Secretaría de Turismo y Relaciones Internacionales del gobierno estatal informó que se gestiona en bolsas de trabajo, el ingreso laboral de chiapanecos que retornan y se reintegran, en atención a la experiencia adquirida.

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