MESTIZAJE EL COLOR DE PIEL EN LA ALCOBA

RACISTAS, ¿TAMBIÉN EN EL SEXO?

El Mundo, SILVIA GRIJALBA, 20-12-2009

Tirando de tópico, a los españolitos siempre les han pirrado las suecas, pero ¿pondrían peros a la hora de acostarse con alguien de raza negra?, ¿y ellas dirían sí a un árabe o un oriental? Recientes encuestas demuestran que aún tenemos tabúes si unimos sexo y color de piel. EL EJEMPLO DE BEATRIZ Y YOTUEL No tuvieron reparos a la hora de enamorarse y hacer gala de su mestiza pasión. Y así posaron, sin tabúes, desnudos y en exclusiva para Magazine. Pareja desde 2002, cuando se conocieron en el rodaje de la serie Un paso adelante, forman uno de los binomios más cool del panorama musical. Yotuel Romero, 33 años y nacido en La Habana, es el líder del grupo latino Orishas; Beatriz Luengo, madrileña de 26, sigue con su carrera musical en solitario tras el éxito de giras y discos de UPA Dance.


“Negro bien dotado”; “mulata ardiente”; “oriental experta en sumisión”… Quizá los ejemplos no parezcan muy ortodoxos, pero desengañémonos, son un buen barómetro para medir las fantasías sexuales de la población. Las páginas de contactos de los periódicos, las estanterías de películas porno de los sex shops, las web para adultos en Internet están llenas de frases de ese tipo. De reclamos que relacionan determinada raza o etnia con un tópico vinculado con el sexo. Normalmente, suele ser con cariz positivo. Es decir, que se asocia un color de piel con un tipo de habilidad sexual concreta. Todos hemos oído chistes sobre la buena cara que tiene determinada mujer desde que está con ese hombre de raza negra o sobre lo listo que es tal varón por haberse casado con una chica oriental… Pero también es cierto que, en muchos casos, la sonrisa, el beneplácito, se transforman en recriminación o rechazo cuando pasamos a hablar de una relación estable, de algo más que una aventurilla. No resulta del todo fácil que la sociedad acepte que alguien haya decidido compartir su vida con una persona de otra raza.


RECHAZO INICIAL. La cantante y actriz Beatriz Luengo reconoce que al principio, en su caso, no fue fácil en diversos aspectos, empezando por su familia. Beatriz lleva siete años con el músico cubano (y de piel mulata) Yotuel, miembro del grupo Orishas. “Inicialmente hubo un rechazo”, explica Beatriz, “ya que Yotuel no correspondía al estereotipo que ellos habían imaginado. Después vieron que los valores que tenía como persona y la felicidad que me aportaba eran más importantes que los rechazos iniciales. Ahora no sólo lo aceptan, sino que lo quieren como a un hijo”, detalla.


Un final feliz, pero según un estudio patrocinado por el portal de Internet sexole.com, los españoles somos sexoracistas. Parece que, en general, tendemos a preferir el sexo (y ya no digamos una relación seria) con gente de nuestro mismo color. No obstante y llegado el caso, hombres y mujeres coinciden en situar como sus dos favoritos a latinos y caucásicos (aunque las mujeres prefieren a los caucásicos, y los hombres, a las chicas latinas). En tercer lugar, ambos se decantarían por los nórdicos (las suecas parece que van perdiendo terreno, muy a pesar de Alfredo Landa y sus seguidores: según el INE, el año pasado apenas un puñado de españoles se casaron con escandinavas). En cuarto lugar, se sitúa la raza mulata, y la gran diferencia estriba en que el 31% de los hombres ha elegido la asiática como una de sus tres etnias predilectas (casi al nivel de la mulata), mientras que sólo un 5% de las féminas la ha seleccionado. Eso sí, las mujeres, puestas a elegir, no hacen demasiadas diferencias entre el estilo Viggo Mortensen (de rasgos nórdicos) con un 29% de adeptas, y el de, pongamos, Yotuel (mulato) con un 28% de seguidoras.


Es decir, parece que, en general, la hindú y la árabe son las etnias que menos nos gustan. Alguno podría pensar que es una cuestión que tiene que ver con la religión. Que no queremos “mezclarnos” con personas, especialmente en el caso de los musulmanes más ortodoxos, que, según cree la gran mayoría, tienen formas de entender la sexualidad muy distintas a la nuestra. Un tópico que, al parecer, paraliza a más de uno.


ESOS TÓPICOS. Carmen L. tiene 32 años y reconoce que aunque sabe que en el conjunto de los musulmanes hay, como dentro de los miembros de cualquier religión, gente más ortodoxa que otra, no llegó a culminar un flirteo durante sus últimas vacaciones en Chaouen, Marruecos, por culpa de los tópicos. “Puede parecer una tontería”, explica, “pero no me cabe la menor duda de que si aquello hubiera sucedido con un sueco o con un mulato brasileño habría culminado en un encuentro sexual. Era el camarero del bar al que solía ir a comer casi todos los días con mis amigas. Y empezamos a mirarnos, a charlar… A mí, ese chico me parecía guapísimo y yo ya me veía en una especie de historia de las mil y una noches, fantaseaba con la sensualidad árabe y todo eso. Pero había algunos comentarios que me cortaban el rollo. No paraba de preguntarme que por qué a mi edad no me había casado, y a hacer algunos comentarios que me hacían pensar que me consideraba, digamos, ligerita de cascos. El chico era guapísimo, muy sexy, pero la química que había antes de hablar con él, se esfumó. No me sentía cómoda”.


En opinión de la directora del estudio de sexole.com, la psicóloga Virginia Crener, aunque este tipo de diferencias culturales se pueden dar, ella considera que en el estudio de esta página web los árabes y los hindúes salen peor valorados por una cuestión más superficial. “Esto atiende a aspectos básicamente físicos: ambas etnias no están especialmente presentes en nuestros cánones estéticos. No es habitual, por ejemplo, que se elijan modelos de ambas etnias para presentarlos como ideales de belleza, lo que sí ocurre con otras como la latina o la caucásica. No es habitual, tampoco, encontrarnos con actores, cantantes o presentadores que encarnen este tipo de belleza, por lo que nos resulta, en realidad, un tanto alejada de nuestras preferencias físicas”, analiza Crener.


REMILGOS CULTURALES. Ahondando en este asunto, el psicólogo y sexólogo del Instituto de Psicología, Sexología y Medicina Espill, Xud Zubieta, explica un caso clínico en el que hubo un problema de choque de culturas entre dos personas de distintos países, pero la misma etnia. “Recuerdo el caso de un chico español que llevaba casado varios años con una chica rumana. Aunque ella tenía una fuerte personalidad y mucho carácter, en el plano sexual era bastante sumisa, más que nada por cuestiones culturales. Una buena parte de la dificultad era que ella no contemplaba el sexo como una oportunidad de disfrutar o comunicar con su pareja, sino como una obligación”, explica. Entonces, el choque cultural no se da únicamente por una cuestión étnica. Puede producirse, como también apunta Zubieta, incluso entre gente del mismo país. Así que los que aducen el choque de culturas como un elemento en contra de la mezcla sexual deberían tener en cuenta este tipo de datos.


ELLAS, CON MÁS TABÚES. Un apunte curioso, dentro de este estudio, es que parece que las mujeres son más sexoracistas que los hombres. Un 27% de las féminas españolas no se acostaría nunca con un chico negro, mientras que un 63% no lo haría con uno árabe, un 45% jamás practicaría sexo con un hindú y un 48% diría no a un asiático. “Probablemente”, explica Virginia Crener, “todo esto se debe a la teoría de los diferentes objetivos genéticos de cada sexo: el del macho es poblar la tierra y, por tanto, repartir su semilla entre el mayor número de hembras posible; y el de la hembra seleccionar para aparearse a los individuos con mejores genes y asegurarse protección y seguridad para su futura descendencia, así que son más selectivas”.


Pero Yotuel y Beatriz Luengo, que han tenido tiempo para analizar todo este asunto, piensan que el presunto racismo tanto masculino como femenino es más bien clasismo. “Es muy curioso”, comentan, “que estadísticamente la gente diga que no se casaría con una persona de raza negra porque automáticamente le viene a la mente el pobre senegalés que vende un periódico para ganarse la vida en la puerta del metro. Ahora bien, si esa misma pregunta la hacemos refiriéndonos al futbolista de moda, el deportista de elite o el actor de Hollywood, la cosa cambia y el racismo, en ese caso, no es tan relevante. Por eso, opinamos que estamos ante un fenómeno más de clasismo que de propio racismo”.


De hecho, en el informe La evolución del racismo y la xenofobia en España (2008) realizado por María Ángeles Cea y Miguel S. Valles para el Observatorio Español para el Racismo y la Xenofobia, hacen referencia a una encuesta del CIS en la que la pregunta: “¿Aceptaría que un hijo o una hija se casara con un inmigrante?” es de las que menos respuestas positivas tiene, sólo por delante de “alquilar un piso a inmigrantes”. Eso sí, un 63% lo aceptaría, frente a un 49% que ha estado de acuerdo con alquilar una vivienda a un inmigrante, pero resulta significativo que haya más españoles que aceptarían tener a un jefe inmigrante (un 76%) que un yerno o una nuera. Es decir, que, según ese estudio, el rechazo es más, digamos, de tribu que intelectual.


Analicemos cómo se comportan los hombres a la hora de elegir una pareja de otra etnia. Respecto a la hindú y la árabe, sí tienen más reparos, porque a un 59% y a un 52%, respectivamente, no les hace mucha gracia la idea de copular con ellas. Pero con las asiáticas y las de raza negra no hay problemas: sólo un 31% no lo haría con las primeras y un 28% preferiría no hacerlo con una chica de color.


PULSIONES. Si atendemos al estudio, el cliché sobre la fogosidad de las personas de color parece que se corresponde a la realidad, porque ellas son los que encabezan el ranking sobre el Índice de Pulsión Sexual que es, según lo define Virginia Crener, “una medida de cuán erotizado está un individuo. Es decir, evalúa la cantidad de energía psíquica que cada uno destina a la búsqueda de sexo y obtención de placer sexual. Dicho en otras palabras, el IPS mide cuán focalizado está uno hacia al sexo, el peso específico que tiene en su vida”. Efectivamente, la raza negra encabeza la lista (un 51,9%), seguida por la hindú (51,7), la mulata (50,2), después va la árabe (49,0), la caucásica y la latina está a la par (48,4 y 48,3, respectivamente). Eso sí, la asiática, rompiendo el mito, es la que menos IPS tiene.


El psicólogo y sexólogo Xud Zubieta que, como científico, odia generalizar, sí reconoce que hay una serie de tópicos que, por otra parte, considera, están para que se rompan. “Hay varios grupos de clichés en los que, por ejemplo, los negros tienen los penes más grandes del planeta, las orientales son las más sumisas sexualmente y las brasileñas son bastante pasionales. Sigue habiendo una tendencia para escoger a un tipo de persona para las relaciones sexuales y a otro tipo para las relaciones sentimentales y el compromiso. Unas son relaciones esporádicas y las otras las que se persiguen para que lleguen a estabilizarse”, detalla.


Zubieta añade que “las fantasías tienen que ver con el inconsciente”. Y lo cierto es que en una encuesta que hizo la web del periódico 20 minutos en la que se preguntaba: “¿Qué fantasía sexual te gustaría realizar?”, los lectores situaron “hacer el amor con alguien de otra raza” en el duodécimo lugar (de una lista de 14) por detrás de “hacer el amor en la oficina”, “con alguien de una edad muy distinta a la mía”, “bajo el agua” o “con prácticas sadomasoquistas”. El número uno lo tenía “participar en una orgía”, y en el último lugar “tener sexo con alguien de mi mismo sexo”.


LAS MEJORES EN LA CAMA. Alejandro es un hombre separado, de 47 años, empresario de hostelería y sin dificultad para ligar habitualmente. Reconoce que las chicas negras le han atraído siempre. “He viajado mucho”, explica, “y desde que hice mi primer viaje a Brasil, hace casi 30 años, me han vuelto loco las mulatas y las negras. Tienen un cuerpo espectacular y en la cama son las mejores. Siempre que he podido he estado con alguna, y viajo a Cuba o a Brasil un par de veces al año. Pero no, nunca se me ha ocurrido tener una relación estable con ninguna de ellas. Tenemos formas de vivir muy distintas y, vamos, ¡a mis padres les daría el disgusto de su vida! Si me vuelvo a casar, que no creo, no será con ninguna de ellas, eso lo tengo muy claro”.


La psicóloga Victoria Crener es consciente de que esta forma de pensar es mucho más habitual de lo que creemos, aunque parezca que actualmente hay mitos superados. “Desde un punto de vista histórico y antropológico, hombres y mujeres se han movido en grupos sociales relativamente cerrados; se han agrupado en culturas, intereses, inquietudes y metas similares. En la época de la globalización, los grupos se han ido abriendo cada vez más a otras culturas o etnias, por motivos meramente prácticos. Por eso, todo irá evolucionando de forma natural hacia el mestizaje. Aunque, de momento y según los datos de sexole.com, no esté resultando así en nuestra cultura”.


EN EL ESTUDIO REALIZADO SOBRE SEXO INTERRACIAL EN EL PORTAL DE INTERNET SEXOLE.COM


APOYOS


A TENOR DE LOS DATOS DE LA ENCUESTA DEL PORTAL SEXOLE.COM, LOS ESPAÑOLES SOMOSSEXORACISTAS”. PARA CUESTIONES DE ALCOBA, Y SOBRE TODO PARA UNA RELACIÓN SERIA, PREFERIMOS A GENTE DE NUESTRO MISMO COLOR


FAMOSOS ENCANTADOS DE MEZCLARSE. Como si de un viejo spot de Benetton se tratara, multitud de famosas parejas interraciales componen un binomio de lo más exótico. Con genética tan diferente, algunas publicaciones fantasean cómo será su descendencia en el futuro. Presentamos a los 10 dignos relevos de John Lennon y Yoko Ono.


1. SEAL Y HEIDI KLUM. La espectacular modelo alemana, ex del veloz playboy Flavio Briatore, se echó en brazos de este crooner con el rostro bello y herido por culpa de la enfermedad del lupus. El ángel de Victoria’s Secret y el autor de Kiss from a rose cuidan de tres retoños que, auguran, coparán portadas.


2. TONY PARKER Y EVA LONGORIA. El mejor baloncestista francés de todos los tiempos y la mujer más desesperada de la televisión se unieron en matrimonio en julio de 2007. Él, mulato, nacido en Brujas, Bélgica, y ella, texana con mixtura mexicana y española. De hecho, su apellido es un topónimo asturiano.


3. IMAN Y DAVID BOWIE. Este tándem entre la pasarela y la contracultura forman una de las parejas más sólidas del star system. La modelo somalí y el camaleónico duque del rock esparcen glamour en tantos actos benéficos y saraos de alta sociedad como se tercien. Se casaron en 1992 y tienen una hija.


4. WOODY ALLEN Y SOON – YI. Ríos, mares de tinta anegaron las revistas (psiquiátricas y del corazón) al trascender la relación del genio de Manhattan con su hija adoptada. Este romance hizo trizas a la ex (esposa y madrastra Mia Farrow), y recordó el gusto por el diván, y sus laberintos, del realizador.


5. NAOMI CAMPBELL Y VLADISLAV BORONIN. Tras volcánicas relaciones (con un bailaor de etnia gitana, con un mito italoamericano llamado De Niro…), la diosa de ébano ha sentado la cabeza y quiere una familia. Podría mantener a un nutrido ejército: su ¿penúltimo? novio es ruso… y archimillonario.


6. MATTHEW MCCONAUGHEY Y CAMILA ALVES. El actor texano coleccionaba romances (Cruz, Bullock), hasta que conoció hasta modelo brasileña de la que ya espera su segundo hijo. Aparte de las barreras interraciales, ambos están separados por la edad: él acaba de cumplir 40 añazos; ella, 24 añitos.


7. NICOLAS CAGE Y ALICE KIM. Podrían estar en este puesto Matt Dammon y su argentina Luciana Barroso, Salma Hayek y el rico François Henri Pinault…, pero resulta más pintoresco que una megaestrella con Oscar acabe casado con un camarera japonesa de 20 años y ya tengan un churumbel.


8. TIGER WOODS Y ELIN NORDEGREN. Literalmente a palos – madera del 8 – ha terminado su matrimonio. El golfista de raíces afroamericanas y tailandesas ha justificado su felino apodo con unas andanzas de aúpa fuera del green. Burlada, su rubicunda esposa sueca amenaza con embocar el divorcio.


9. HALLE BERRY Y GABRIEL AUBREY. Desde que enseñara su anatomía (y ganara el Oscar) en Monster Ball, la actriz afroamericana es uno de los cuerpos más deseados… Como el del modelo canadiense con quien comparte vida y con el que ya ha tenido una cría a la que bautizaron Nahla.


10. SÁNCHEZ DRAGÓ Y NAOKO. Remedo cañí del beatle y su hippie, el escritor más orientalista ha encontrado en esta japonesa su escudera de viajes y divertimentos. Le saca 38 años y ella le llama “papá”, pero son tan místico dúo que seguirán juntos así se reencarnen millones de veces.


EN UNA RECIENTE ENCUESTA Y EN UNA LISTA DE 14 FANTASÍAS SEXUALES, TENER SEXO CON ALGUIEN DE OTRA RAZA QUEDÓ EN EL PUESTO 12. GANÓ PARTICIPAR EN UNA ORGÍA


“ME HAN VUELTO LOCO LAS MULATAS, PERO NO TENDRÍA UNA RELACIÓN ESTABLE CON ELLAS. ADEMÁS, A MIS PADRES LES DARÍA UN DISGUSTO”, CONFIESA UN EMPRESARIO


CIFRAS CURIOSAS DEL MESTIZAJE EN ESPAÑA

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