Aminatu Haidar regresa a El Aaiún tras estar 32 días en huelga de hambre

Diario Vasco, 18-12-2009

El calvario de Aminatu Haidar, después de 32 días en huelga de hambre, llegó anoche a su fin. Tras abandonar el hospital, la activista saharaui voló a las 23.20 horas desde Lanzarote rumbo a El Aaiún, capital del Sahara, en un avión fletado por el Gobierno central. Regresó a su país como llegó el 14 de noviembre: sin pasaporte. Las diplomacias de España y Francia, tras una jornada de vértigo diplomático, lograron cerrar un principio de acuerdo con las autoridades marroquíes para que permitieran el ansiado retorno por cuestiones humanitarias y sin pedir perdón al país vecino, según han informado fuentes del Ejecutivo.

Se desconocen, por el momento, los términos de dicho pacto y si contiene o no contraprestaciones políticas o económicas para Rabat. La hospitalización de Haidar, que se produjo en la madrugada de ayer a petición propia, resultó igualmente clave para lograr el salvoconducto de Marruecos. El caso Haidar comenzaba a dañar la imagen del reino alauita, según reconoció ayer en Madrid el ministro marroquí de Economía, Salaheddine Mezouar.

Un avión medicalizado procedente de Madrid aterrizó a las 21:10 horas (peninsular) para trasladar a Haidar a la antigua ciudad española de El Aaiún. El aparato despegó dos horas más tarde después de que un centenar de simpatizantes de la causa saharaui se concentraran en la puerta del centro médico para despedir a la mujer. La activista viajó con la única compañía de su médico y su hermana Laila.

La composición de la comitiva fue así sustancialmente diferente a la del primer intento de viaje, que se produjo el 4 de diciembre, cuando junto a la activista pretendía volar el jefe de gabinete del ministro de Asuntos Exteriores y una parlamentaria socialista.

España se ha esforzado en las últimas semanas en granjearse apoyos en esta crisis en la que convergían cuestiones humanitarias – la salud de Haidar se deterioraba día a día a causa del ayuno tan prolongado – con un claro trasfondo político, la situación de punto muerto en la que se encontraban en la actualidad las negociaciones para la autodeterminación del pueblo saharaui. El ministro Miguel Ángel Moratinos ha logrado involucrar a Estados Unidos, Francia y Argelia, además de recibir muestras de apoyo de la ONU y de la UE.

Jornada frenética

La jornada de ayer fue frenética y varios hechos señalaban la posibilidad de que, esta vez sí, Haidar pudiera regresar a su casa con sus hijos, condición irrenunciable que había puesto la saharaui. A primera hora del día, el Parlamento Europeo suspendía la votación de una resolución sobre el caso Haidar para no enturbiar una posible salida a la crisis, que fechaban en menos de 24 horas.

Horas después, José Luis Rodríguez Zapatero, desde la prudencia que ha reclamado con insistencia para este asunto, declaró en los pasillos del Congreso que las negociaciones con Marruecos «van mejor».

La clave de la jornada, sin embargo, ocurrió por la tarde. Moratinos interrumpió sus explicaciones en la Comisión de Asuntos de Exteriores del Congreso, donde informaba precisamente del caso Haidar, porque las negociaciones se habían intensificado en las últimas horas. También apeló al sigilo, aunque dijo a los parlamentarios que esperaba anunciar «en breve» la resolución al conflicto.

Fuentes del Gobierno confirmaron que durante todo el día se trabajó en una fórmula para evitar «vencedores y vencidos», aunque la situación de partida era ciertamente compleja. Marruecos acusaba a Haidar de rechazar el pasaporte, y la activista, a su vez, acusaba a Rabat de haberle retirado la documentación dentro de un plan premeditado para inutilizar la labor de los activistas por los derechos humanos en el Sáhara. Las autoridades del reino alauita, además, reclamaban una disculpa de Haidar, petición rechazada por la mujer, al igual que declinó la oferta de España de poder retornar a El Aaiún con un pasaporte español (su madre era española) o con un documento internacional de viaje expedido por la ONU en calidad de refugiada.

El margen de maniobra, por lo tanto, era estrecho. Se habló, incluso, de la posibilidad de que dos hermanos de la madre de Haidar (promarroquíes) pidieran un perdón real, aprovechando que este fin de semana se celebra el fin de año – según el calendario árabe – . Es usual que el rey Mohamed VI aproveche las festividades más señaladas para otorgar indultos.

Sin embargo, la versión más consistente sobre el acuerdo para desbloquear esta crisis sería, destacaron fuentes del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, que Rabat pudiera conceder a Haidar un salvoconducto por razones humanitarias, tras haber sido ingresada en un centro médico por vomitar sangre en dos ocasiones.

Marruecos no ha calibrado bien la repercusión internacional que iba a tener este suceso. El propio Moratinos dijo ayer en el Congreso que Haidar había conseguido su primer éxito: devolver a primer plano internacional el conflicto del Sahara. De hecho, el alto comisionado de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental habría anunciado que se reanudarán, a la mayor brevedad posible, las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario. Unas prisas que desagradan a Rabat. En este contexto, el ministro marroquí de Economía, Salaheddine Mezouar, en una conferencia en el Forum Europa de Madrid, reconoció que el caso de Aminatu Haidar está poniendo «en una situación difícil» a Marruecos, pese a que sitúa a su país como «víctima» frente a los que le acusan de agresor.

Mezouar aseveró que tanto su país como España han ofrecido soluciones y que la decisión última la debe adoptar Haidar. Rechazó, asimismo, que este incidente pueda enturbiar las relaciones hispano marroquí. Atestiguó que ambos países superarán esta situación con «inteligencia».

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