JAQUE A LA DIPLOMACIA ESPAÑOLA / Fin del conflicto

Haidar regresa al Sáhara y España 'constata' que allí manda Marruecos

El Mundo, MARISA CRUZ. YIRA ARREDONDO, 18-12-2009

Aminatu: «Es un triunfo para la causa saharaui» / Viajó con un salvoconducto, pero sin pasaporte / El Gobierno admite en una nota que, «mientras se resuelve el contencioso, en conformidad con la ONU, la Ley marroquí se aplica en el Sáhara Occidental» Madrid / Lanzarote


España logró ayer, con ayuda de Francia, cerrar un acuerdo con Marruecos que permitió el regreso a El Aaiún de Aminatu Haidar. La activista saharaui volvió a casa en un avión que despegó del aeropuerto de Lanzarote a las 23.21 (hora peninsular) entre los aplausos y gritos de alborozo de unas 300 personas. Varias decenas la recibieron también en El Aaiún dos horas después, celebrando su triunfo tras 32 días en huelga de hambre.


La Gandhi saharaui no necesitó ningún pasaporte para salir del país. El Gobierno le expidió un salvoconducto. «Es un triunfo de la causa saharaui», proclamó la activista, que manifestó su deseo de abrazar a sus hijos y a su madre.


Según fuentes gubernamentales, el acuerdo alcanzado es fruto de una serie de negociaciones que en un primer momento se desarrollaron a dos bandas entre España y Marruecos. En una segunda fase, y cuando se vio que no se avanzaba, tuvo que mediar Francia. Asimismo intervino – aunque en menor medida – , EEUU, cuyo Gobierno también ejerce gran influencia sobre Rabat.


La situación, que se encontraba estancada desde el día 5, cuando fracasó la operación para devolver a Haidar en un vuelo cuyo aterrizaje Marruecos finalmente no autorizó, se desbloqueó el pasado domingo.


Ese día, de hecho, José Luis Rodríguez Zapatero se implicó en unas negociaciones que hasta entonces había llevado Miguel Ángel Moratinos. Fue una acción planificada y el motivo por el que el presidente descartó la intervención del Rey, según fuentes de Moncloa.


La parte más dura del acuerdo se estuvo discutiendo el mismo domingo. A cambio del regreso de Haidar, Rabat insistía en exigir que ésta pidiera perdón a Mohamed VI. Convencido de que la activista no se iba a prestar a ello, el Gobierno español reclamó que se suprimiera esta condición y argumentó que le iban a apoyar, en este sentido, otros países, como Francia y Estados Unidos.


España planteó que la solución pasara por que Marruecos dejara entrar a Haidar en El Aaiún por razones humanitarias, una fórmula que le evitaría al reino alauí cualquier humillación.


El fondo del acuerdo quedó cerrado, pero faltaba ver cómo se presentaba a la opinión pública, en especial para que no pudiera entenderse que una presión política como la que había ejercido la activista saharaui había obtenido un premio. Ésta fue una demanda prioritaria de Marruecos.


El lunes, según las mismas fuentes, los negociadores empezaron a redactar el comunicado que anoche hizo público el Gobierno, en el que España «constata que la ley marroquí se aplica en el territorio del Sáhara Occidental» y se «compromete a acompañar» las «políticas de modernización y reforma emprendidas» por el Reino de Marruecos.


El martes, el ministro de Exteriores marroquí, Taib Fassi Fihri, viajó a París para participar en la Conferencia Ministerial de la Francofonía y allí su homólogo francés, Bernard Kouchner, le comunicó que su Gobierno apoyaba a España y le pidió que retirara la condición de que Haidar pidiera perdón.


Durante el día de ayer, los negociadores pulieron el contenido del acuerdo y se lo explicaron a Haidar, que periódicamente ha sido informada de los avances obtenidos, según las mismas fuentes. Se decidió que ésta saliera de España con un salvoconducto expedido para ese fin y que, a su llegada a El Aaiún, las autoridades marroquíes le devolvieran su tan reclamado pasaporte. También se acordó que el médico personal de la activista, Domingo de Guzmán, esté con ella en el Sáhara hasta su total recuperación.


Los contactos y las presiones diplomáticas adquirieron velocidad de crucero poco después de las 19.00 horas de ayer y el propio Zapatero y el secretario general de la Presidencia del Gobierno, Bernardino León, se pusieron en contacto con la activista, a través de la esposa del escritor José Saramago, Pilar del Río, para anunciarle su previsible vuelta a casa.


Moratinos, que comparecía en el Congreso precisamente para explicar el problema político y humanitario generado por el caso Haidar y sus consecuencias para la estrategia española en relación con el contencioso del Sáhara, reclamó la suspensión de su intervención – en la que reconoció que había sido avisado por su homólogo marroquí de la decisión de expulsar a Haidar y aseguró que él expresó su rechazo, aunque no sirvió de nada – y pidió que se retrasara hasta la próxima semana a fin de poder atender personalmente todas las gestiones que frenéticamente se estaban llevando a cabo.


Como Rabat había vuelto a plantear como elemento innegociable que no quería que el regreso de Haidar se interpretara como un premio político a la causa del Polisario, se produjo cierta inquietud en el Gobierno cuando la activista salió anoche del hospital celebrando el «triunfo de la causa saharaui». Sin embargo, finalmente Rabat la permitió aterrizar anoche.


Para eludir posibles susceptibilidades, en los próximos días el Ejecutivo va a recalcar que la monarquía marroquí ha cerrado la crisis con una solución humanitaria.


«Es un triunfo para la causa saharaui», dijo anoche Haidar tras salir del hospital


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