Ochenta y siete representantes demócratas presentaron el martes  un proyecto de Reforma Migratoria Integral para la Seguridad y Prosperidad de América (Cirasap), que abre la vía a la legalización de millones de indocumentados en EE.UU., en el tercer intento de ese tipo en poco más de tres años.

Un inmigrante ilegal que pueda probar que estaba en Estados Unidos hasta el 15 de diciembre, cuando se presentó el proyecto, sin antecedentes penales y que pague un mínimo de 500 dólares podría solicitar la regularización. Pero la propuesta no cuenta con apoyo republicano.

Ese programa de regularización daría la residencia legal por seis años y sería un paso previo a la naturalización, dijo el demócrata Luis Gutiérrez.

Dos proyectos previos de reforma migratoria, ambos bipartidistas, fracasaron consecutivamente en el 2006 y el 2007 en el Congreso de EE.UU., a pesar del apoyo de la Casa Blanca.

El presidente Barack Obama ha reiterado que quiere una reforma migratoria para sacar de las sombras a unos 12 millones de indocumentados, pero también advirtió al llegar al poder que había que garantizar la seguridad en la frontera.

Los demócratas son mayoría en la Cámara de Representantes (435 escaños) y en el Senado (otros 100), pero los legisladores debaten actualmente  la reforma a la Ley de Salud.