CINTRUÉNIGO

La Casa Latina celebra el mercado "Domingo pulguero"

- La asociación de inmigrantes organizó este acto, con puestos de todo tipo de artículos - Entre los participantes también había una abogada peruana atendiendo las consultas de los asistentes

Diario de Navarra, PACO ROMERA . CINTRUÉNIGO, 15-12-2009

La asociación de inmigrantes Casa Latina de Cintruénigo celebró el pasado domingo el “Domingo pulguero”, una tradición de varios países sudamericanos que consiste en un mercado con artículos de todo tipo. El intenso frío no impidió que asistieran numerosas personas a Los Paseos, donde se colocaron puestos con muebles usados, ropa, discos, alimentos típicos de cada país, dulces o artículos de artesanía.
Incluso, la abogada peruana Silvia Velásques aguantó los 5 grados de temperatura para atender las consultas que le planteaban.

El presidente de la asociación Casa Latina, Jaime Altamar, reconoció haber depositado muchas ilusiones en esta actividad. "Este tipo de mercados son muy populares en Ecuador, Colombia, Brasil, Bolivia y otros lugares. Lo que buscamos es que la gente salga de sus casas. Ya vendrán tiempos mejores – dijo en referencia al frío – . Tenemos la idea de organizar “pulgueros” todos los segundos domingos de cada mes", explicó.

Colaboración

En la actividad también colaboró la Asociación de Ecuatorianos Residentes en Cintruénigo (ADEREC), y la Comunidad Islámica de la localidad. De hecho, Abdul Essobai servía humeantes vasos de té, acompañados de dulces. Un vaso y dos pastas constaban un euro. Junto a él estaba Djime Saco, de Mali, quien ofertaba pasteles hechos al modo tradicional de su país. “No se trata de hacer negocio, sino de que la gente se familiarice con nuestra cultura”, señaló.

Al mercado se unió además la música, ya que se instaló un equipo en Los Paseos con sonidos típicos de Colombia. A los sones de la misma, dos hombres y dos mujeres de la Corporación de Danza “Colombia tierra querida” de Logroño bailaron algunas danzas típicas como la cumbia, el bambuco o el sanjuanero. A Liliana Hernández, una de las bailarinas, no le importó demasiado el frío. “Llevamos el calor de Colombia en el cuerpo”, bromeó.

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