“Nacimos con vocación de desaparecer y nos vemos obligados a ampliar nuestros servicios”. Así de claro y contundente se mostró ayer Patxi Lasa Aristu, presidente de la fundación Gizakia Herritar, durante el balance que realizó de los seis meses de vida del comedor social París 365 en la calle Jarauta de Pamplona. La frase le sirvió de introducción para presentar la principal novedad de la Fundación: la apertura de un segundo comedor social París 365 en Barriozar.
“Buscamos local y si todo va según lo previsto, para la segunda quincena de marzo creo que podremos abrirlo”, señaló Lasa en rueda de prensa.

Junto a él se sentaron a la mesa David Leunda Ibarrola, de la peña Anaitasuna, Marian Gorraiz Areopagita, voluntaria del París 365, y Said El Bourkhissi, usuario y voluntario del comedor, que hizo especial hincapié en la necesidad de este servicio. “Tener un plato caliente que llevarse a la boca siempre será mejor que no tener nada. Para la gente como yo, que no tiene ingresos y se le han terminado las prestaciones, es fundamental”, afirmó El Bourkhissi.

304 personas lo han utilizado

En los seis meses de vida de el comedor social de Jarauta, 304 personas han pasado por allí. “Hemos servido más de 9.000 comidas y cenas y unos 4.500 desayunos. Hay gente de todas las nacionalidades, pero el 50% son latinos y el 20% magrebís o subsaharianos”, indicó Gorraiz.

“En estos momentos trabajamos alrededor de 120 voluntarios. La plantilla está formada por un cocinero a jornada completa, un responsable de almacén al 60% de jornada y un ayudante de turno de tarde a media jornada en colaboración con el Secretariado Gitano. Hemos reciclado alrededor de 25.000 kilos de alimentos perecederos y 15.000 de alimentos sólidos y líquidos. Además del Banco de Alimentos y Traperos de Emaus, 20 pequeñas empresas y productores colaboran con nosotros”, indicó Lasa.