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La familia del menor obeso acusa a la Xunta de haberla engañado

La Voz de Galicia, Marta Vázquez, 15-12-2009

El abuelo del niño afirma que les prometieron que Moisés podría ir a vivir con ellos al salir del hospital

El abuelo del niño afirma que les prometieron que Moisés podría ir a vivir con ellos al salir del hospital

Engañados y discriminados. Los familiares del niño obeso de Ourense creen que su condición de gitanos es, a día de hoy, el único motivo que mueve a la Administración para mantener en un centro de menores al chico, después de que el propio delegado de la Xunta en Ourense haya admitido que ya no sufre obesidad. «Esto no pasaría si yo fuera payo», dijo ayer Gregorio Montoya en una rueda de prensa con la que rompió el silencio que había mantenido desde que se hizo público el caso de su nieto.

En todo caso, el abuelo del chico, que desde el viernes pasado está ingresado en un centro de menores de la capital de As Burgas, instó a la conselleira de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, a que explique las razones por las que no se ha permitido que Moisés sea acogido por él y su esposa, cuando según Gregorio Montoya ese era el pacto al que habían llegado, primero con cargos de la consellería y después con el delegado ourensano de la Xunta, Rogelio Martínez.

Gregorio Montoya explicó que tras un primer pacto fallido, el pasado 1 de noviembre él mismo acordó «de palabra» con el delegado que Moisés no ingresaría en un centro de acogida. «El acuerdo consistía en que el niño estaría dos horas en el centro de menores, después ingresaría en el complejo hospitalario y posteriormente acudiría a mi casa, con la obligación de ir a un centro de día durante un corto espacio de tiempo», detalló el patriarca, quien el pasado viernes se llevó otro desengaño al saber que Moisés no podría ir a vivir a su casa porque, según los técnicos de la Xunta, la vivienda está muy cerca de la de los padres del chico.

«Que no digan tonterías», pidió Montoya. El abuelo aseguró que la situación de su vivienda era de sobra conocida desde hace tiempo, «y entonces no era obstáculo», agregó.

Muy contrariado, descargó su enfado contra el delegado provincial, tachando de «despropósito» que Martínez dijera que su nieto había estado 48 veces en la uci y considerando «despreciable» que se refiera al chico como un «niño gordo». Por ello, lo instó a presentar su dimisión «si le queda un poco de dignidad política, porque ha faltado a su palabra».

Asimismo, Gregorio adelantó su intención de acudir a la Fiscalía de Ourense, a la que pedirá que actúe «con la misma celeridad que en otros casos». Esperan además que, al trascender que hubo conversaciones, se retiren los cargos por desobediencia contra los padres de Moisés.

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