La pequeña Estambul

Andic, Halfon, Akant, Bozkurt o Persentili, empresarios de origen turco en Barcelona

La Vanguardia, , 14-12-2009

Josep Maria Cortés
Son hombres cuya infancia transcurrió sobre la piel milenaria de una ciudad desconchada. Isak Halfon,el responsable de la expansión internacional de Mango, dejó atrás la Estambul que ahora vibra en su memoria, mientras que su amigo del alma, Isak Andic,el presidente y fundador de la misma imponente multinacional (presencia en 95 países y más de 1300 establecimientos) y miembro del consejo de administración de Banc Sabadell, se define como un emprendedor de origen turco. Se conocieron en Barcelona casi en pantalón corto y, cuando apenas habían cumplido los 15 años, fueron compañeros de clase en el bachillerato del Instituto Norteamericano. Después se separaron por un periodo corto – Andic estudió economía y Halfon,química-,para reencontrarse de nuevo en el primer reprise de Mango (“yo fui el encargado del almacén de la calle Balmes”, dice el ingeniero Halfon con un laconismo encomiable), una etapa inicial barrida por el estigma del éxito. Andic ideó uno de los milagros textiles modernos. El presidente de Mango, incluido entre los doce españoles que forman parte de la lista Forbes,fundó su empresa hace 25 años, cuando Isak y su hermano menor traían prendas de Asia (abrigos bordados en Afganistán), para venderlas en tiendas de la ciudad. El último aldabón de su branding ha sido la rubia Scarlett Johansson, sustituta de Penélope Cruz y compañera de reparto de la española en Vicky, Cristina,lo más diletante Woody Allen.

Hace apenas quince días, los dos Isak departieron en el consulado de la República de Turquía junto con otros hombres de negocio nacidos como ellos en la antigua Anatolia, una península bañada por tres mares. En la puesta de largo del nuevo cónsul, Haldun Koç,estuvieron presentes otros emprendedores como Ahmed Bozkurt (Hidromec), Alparsland Çaglayan,de la empresa de logística Barsan, o Sami Persentili,patrón de la textil Persentili Internacional. Aunque se ha instalado en Barcelona, este último se mantiene pegado al Bósforo y su interés por Catalunya tiene raíces muy firmes, como le ocurre a Barbaros Goren,un empresario del sector naviero, que también participó en la presentación del consulado. En este último meeting en torno a su representación diplomática, no faltaron los más contundentes: la electrónica Beko, dirigida por CemAkant;la textil-química Advansa; la transportista Arkas (con fuertes vínculos en el puerto de Barcelona); la acerera Prime Style, y las citadas Barsan, Hidromec o Beko.

Los directivos de estas compañías son la crema de la pequeña Estambul barcelonesa y todos ellos tienen relación con el Comité de Negocios Hispano-Turco, creado a instancias de líderes como Murat Yalcisntas,presidente de la Cámara de Comercio de Estambul y de la Asociación de Cámaras del Mediterráneo (la Amec alumbrada en tiempos de Josep Maria Figueras),denominado ahora Advisory Council of Turkey. Este organismo dedicado a fomentar las inversiones en ambos lados del mismo mar cuenta con el apoyo de la patronal CEOE, que sin embargo mantiene desde Madrid lazos distantes con la Ankara de Erdogan,el islamista moderado.

En Estambul, Ankara y también en Izmir (Esmirna) la presencia industrial y financiera española tiene cierta relevancia: la inversión directa neta de empresas españolas se situó en 2.150 millones de euros entre el 2000 y el 2008, con ejemplos como la compra por parte de Mapfre del 80% de la aseguradora Genel Sigorta en el 2007, por 285 millones de euros y la adquisición por el Grupo Essentium del 80% de Universal Cimento, una de las mayores productoras de cemento de Turquía, por unos 400 millones de euros. En la actualidad, el mayor proyecto con intervención de empresas españolas en Turquía es la línea de ferrocarril de alta velocidad concluida recientemente entre Ankara y Eskisehir (245 km), en la que Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) suministró doce vagones por valor de 220 millones de euros y OHL llevó a cabo la construcción de las vías.

Pero, al margen de las ciudades y de sus cinturones industriales y logísticos, algunos de los entornos naturales turcos, como la costa del Egeo oel golfo de Corinto en Grecia (donde murió Byron en una de las guerras entre vecinos), siguen siendo una fuente de inspiración, sobre todo para los nuevos artistas plásticos. Son los casos de Ibci Eviner y Christodoulos Panayiotou,presentados en la última edición de Arco; ambos han llegado a las salas de Barcelona aunque de forma menos estentórea que Tarkan Teveto,popularmente conocido como Tarkan,uno de los artistas pop más exitosos y admirados de Turquía.

Los turcos afincados en Barcelona glosan sin entusiasmo el país fronterizo y casi invisible de las narraciones de escritores como Orhan Pamuk, Taner Akcam o Fethiye Cetin; algunos expresan à contre coeur el pequeño mundo de sus respectivos orígenes, el de barrios residenciales frente al mar o de zonas recónditas de la antigua Constantinopla, como Blanquerna,el distrito que dio nombre a la obra de Ramon Llull basada en la iglesia de Panaghia y en su fuente sagrada, que se mantiene en pie aunque apenas es visitada ya por los turistas.

El Estambul que reina en el inconsciente occidental se sitúa entre la vieille souche, la gente estirada, y la pobreza de los barrios abigarrados. Así fue para renombrados viajeros como el romántico y malditista Gerard de Nerval,quien en su Viaje al Oriente recreó una ciudad inexistente; y algo parecido le ocurrió a la prosa pictórica de Téophile Gautier,enlodada en las siluetas del Cuerno de Oro, los alminares, las cúpulas, Santa Sofía, las mezquitas de Suleyman o del Sultanato y los cipreses del cabo Sarayburnu.

Hoy, el Estambul mítico pervive sólo en parte. No hay ceremonias de los derviches rufai en el monasterio de Gálata y, ahora mismo (muchos años después de Kamal Atatürk),por más que uno se empeñe, la sirena del faro de Ahirkapi, el punto en el que el Bósforo se abre al Mármara, apenas se oye, porque está taponada por el altavoz de innumerables mohecines.

El europeísmo turco es el tema de los empresarios de ambas riberas. La presidencia española en Bruselas a partir de enero puede desbloquear la adhesión de Turquía a la UE. Hasta ahora sólo se han abierto 11 de los 35 capítulos establecidos en octubre del 2005. Otros ocho se han suspendido hasta que Turquía acceda a abrir sus puertos a los buques grecochipriotas, y cinco han sido bloqueados por Francia, por específica voluntad del presidente Nicolas Sarkozy.La apertura industrial y el mercado único de la energía pueden ser buenas contrapartidas: el Gobierno turco tiene previsto canalizar una inversión de 120.000 millones de dólares en el sector energético de aquí al 2020. Iberdrola tiene acuerdos con Calik Enerji y Turkas y Telvent, filial de Abengoa, tiene una presencia activa en el sector energético turco en colaboración con Botas, la empresa estatal de gasoductos, un sector particularmente prometedor que seguirá la senda de los oleoductos ya existentes de tamaño muy considerable (Nabucco, Tapco y BTC). En el campo tecnológico, Indra cuenta con un contrato de 38,5 millones de euros para renovar y ampliar la red de vigilancia del espacio aéreo.

Con el progreso a cuestas, los turcos afincados en Barcelona, ciudadanos de las dos orillas, provienen de un mundo plagado de melancolía, una conjunción de mezquitas y palacios pegada a una ciudad. Para llegar por tierra al Bósforo, hay que atravesar Croacia (la de los ustachi)y Macedonia, un resto del imperio otomano. Con la integración de los tres países en la UE, Roma y Bizancio volverán a cruzarse.

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