TONI LÓPEZ JORDÀ – Barcelona

JORNADA COMPLETA El equipo español gana el oro, con Sergio Sánchez cuarto, y Morató sube otro escalón tras el bronce del 2007
En 15 ediciones, los atletas nacidos en España sólo habían podido cazar cinco medallas de plata en los Europeos de cross. Juan Carlos de la Ossa, Alberto García y Alejandro Gómez se habían estrellado año tras otro contra los Lebid, Farah o Guerra. Tuvo que ser uno de los otros españoles,natural de Adís Abeba, de nombre Alemayehu Bezabeh, inmigrante sin papeles hasta hace dos años, quien ayer diera a España el primer oro en una de las disciplinas atléticas más duras. No en vano, su perseguidor, el británico-somalí Mo Farah, terminó en una UVI móvil al pretender seguirle en el barro de Dublín, y el pluricampeón ucraniano acabó a 32s.

La historia de Alemayehu Bezabeh es la que se repite día a día con la inmigración africana, sólo que la suya ha empezado a tomar el camino sonriente de la vida. Bezabeh llegó a España en el 2004 en un avión para disputar un 3.000 en Zaragoza y construir el sueño de hacer carrera en el atletismo, emulando a su idolatrado Gebrselassie. Sus padres, funcionarios del gobierno, no pasaban apuros en su país, pero el chico, entonces de edad indefinida – los médicos de la Comunidad de Madrid, con un estudio radiológico, dataron su nacimiento en 1986 y le asignaron el 1 de enero como fecha de cumpleaños-,se empecinó en que España era el mejor sitio para labrarse un futuro.

No contaba Alemayehu con que debería dormir durante un mes a la intemperie, en un banco de un parque de Bravo Murillo, en Madrid, junto a otros inmigrantes, ni que se daría de bruces con el racismo. “Fui a pedir ayuda a un centro de la Comunidad, un hombre se comportó de manera racista: éramos dos chicos negros y nos dijo que no podía atendernos. Por eso tuve que dormir en la calle y tenía pensado volver a Etiopía”. Pero en su vida se cruzó el padre Antonio Díaz, que dirige el centro de acogida para africanos Karibú, y le ayudó a seguir corriendo en el club Bikila de Isidro López, hasta que cayó en las manos de Manuel Pascua, su actual entrenador, que está exprimiendo el talento innato del chico. Su ascenso era imparable, y antes de que Etiopía lo reclamase, las autoridades españolas le expidieron el pasaporte, en julio del 2008, para llegar a tiempo a los Juegos de Pekín (corrió los 5.000 m).

“Mi sueño es dar a España una medalla en unos Juegos o un Mundial”, decía el chico, que vive con tres paisanos en un piso del barrio de Vicálvaro, en el extrarradio madrileño. Ayer dio el primer paso en un Europeo, en unas condiciones dantescas en los 10 km de recorrido. “Fue más duro de lo que ha parecido porque había mucho barro, pero me sentí muy fuerte. Ahora quiero ir al Mundial (en Polonia, en marzo próximo)”, decía Bezabeh, que junto a Sergio Sánchez (4. º ) , Ayad Lamdassem (5. º ) , Francisco Javier López (24. º ) , Javier Guerra (30. º ) y Carles Castillejo (35. º ) hizo posible que España se llevara también el oro por equipos.

El Europeo fue redondo con la plata de Rosa Marató. La atleta de Navarcles se quedó a sólo siete segundos de la británica Yelling. “No veo imposible ganar el oro el próximo año”, dijo Morató, que en el 2007 logró el bronce en Toro.