Uno de los inmigrantes alza sus manos, a la derecha, en una lancha de la Guardia Civil. :: P. S. / AGM

A pesar de la inminente llegada del invierno, los ‘espaldas mojadas’ siguen jugándose la vida cruzando en barcazas el Mediterráneo desde el norte de África para alcanzar las costas de la Región en busca de la prosperidad. Ayer, agentes del Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil interceptó a veintisiete inmigrantes de nacionalidad supuestamente argelina, a bordo de dos pateras.

Según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno, los catorce ocupantes de la primera patera, todos ellos varones, mayores de edad y en aparente buen estado de salud, fueron trasladados hasta el puerto de la ciudad. Allí fueron atendidos por voluntarios de Cruz Roja y puestos a disposición del Cuerpo Nacional de Policía para que los devuelvan a su país de origen.

Los efectivos de la Benemérita avistaron la embarcación hacia las doce del mediodía, a diecisiete millas de la costa a través del Servicio Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE).

Gracias al radar SIVE

De inmediato, estableció el operativo para interceptar cuanto antes la patera y llevar a tierra a los tripulantes.

La embarcación utilizada era de unos cinco metros de eslora, color azul y un motor de 40 caballos caballos, marca Suzuki.

Por la tarde, hacia las seis, la Guardia Civil avistó una segunda patera con otros trece inmigrantes a bordo. Siguió el mismo protocolo de actuación que en el primer caso. Los veintisiete inmigrantes de ayer se suman a los nueve interceptados el jueves en otra patera.