Rabat dejó entrar a la activista 6 veces sin identificar

La Razón, 13-12-2009

La Policía dice que podría haber vuelto a El Aaiún el día que llegó
 

MADRID – La activista saharaui Aminetu Haidar accedió a Marruecos hasta en seis ocasiones sin identificarse como ciudadana marroquí en el control de pasaportes del aeropuerto, según informaron ayer fuentes diplomáticas. Tan sólo en una ocasión la activista se definió como ciudadana saharaui, lo que no impidió su entrada en el Sahara Occidental. 
Durante sus anteriores viajes a El Aaiún, Haidar dejaba en blanco la casilla correspondiente a la nacionalidad de la tarjeta que todo ciudadano marroquí debe completar al entrar en territorio administrado por el reino alauí. En todas las ocasiones precedentes, eran los funcionarios del aeropueto quienes rellenaban la casilla, de forma que, desde 2006, la activista saharaui ha ingresado en el país norteafricano  sin identificarse como marroquí e indicando que su domicilio se encontraba en el Sahara Occidental.
La presidenta de la Comisión de Exteriores, Defensa y Asuntos Islámicos del Congreso, Mbarka Bouaida, aseguró que durante dos o tres años los funcionarios marroquíes han mantenido cierta «laxitud», al no conceder demasiada importancia al hecho de  que Haidar, al igual que otros defensores de la independencia del Sahara, no se definiera como marroquí. Incluso el presidente de la Cámara de los Consejeros –el Senado marroquí–, Mohamed Cheij, reconoció que la activista rellenó dicho apartado de forma «peculiar» durante los últimos años, informa Ep.
Por su parte, varios miembros de la Policía Nacional señalaron ayer que Haidar podría haber volado a El Aaiún el mismo día de su llegada a España –el 14 de noviembre–, ya que no existía la orden de expulsión correspondiente y según las leyes internacionales, ningún país puede rechazar a un nacional la entrada. «Se anunció que venía una mujer sin pasaporte en el vuelo, pero tenía permiso de residencia, por lo que podía entrar a España», afirmaron los agentes. «Además, ella volvía a su país y, por tanto, no podía ser rechazada porque tenía documentos que demostraban que no era española», añadieron.
Los agentes afirmaron que tres semanas más tarde el Ejecutivo español intentó devolverla a El Aaiún «por la puerta de atrás y sólo con un permiso de vuelo», al mismo tiempo que criticaron que el Gobierno «ha asumido un problema que no es suyo porque podría haber regresado esa misma tarde». 

 

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