Bachar, su primo, critica la actitud de la activista y le pide que reflexione
 

TAN TAN – El festival tradicional de Tan Tan, a tres horas de El Aaiún y la última ciudad del Sahara marroquí antes del hogar soñado por el Frente Polisario, fue la ocasión elegida por el primo de Aminatu para leer una declaración de «toda su familia del sáhara marroquí». En el interior de una jaima, la tradicional tienda de los pueblos nómadas del norte de África, a resguardo de la lluvia torrencial que caía fuera, Bachar Haidar, primo de la activista saharaui y funcionario del Gobierno marroquí, leyó ceremoniosamente un comunicado que reafirmaba la lealtad de todo su clan, los Izerguiin, al rey Mohamed VI.
El familiar pro – alauita de la activista le pidió en nombre de los Haidar que «deje la huelga de hambre» y le instó a reconsiderar la oferta hecha por Rabat «para volver a casa junto a su familia», que pasa por pedir perdón al monarca. Visiblemente nervioso por la expectación creada, Bachar aseguró tajantemente que «nos esperábamos cualquier cosa de ella». No dudó tampoco en subrayar que su familia, su clan, al que también pertenece por sangre la mujer que mantiene un pulso con dos países desde Lanzarote, ha constatado «siglos de lealtad al trono marroquí», y esto «es algo –remarcó– que nadie puede borrar ni negar». En un tono más propio del familiar que es de la activista que del fiel servidor de Mohamed VI, Bachar Haidar resaltó que los dos hijos de la «Gandhi saharaui» podrían viajar «pronto» a Lanzarote para ver a su madre, aunque no especificó cuando se producirá este feliz encuentro. «Si no tienen pasaporte, lo conseguirán», respondió ante las preguntas de los periodistas. Además, concluye que «más pronto o más tarde le dejarán volver» a El Aaiún. Eso sí, lanzó un último mensaje a su prima: «Tienes que elegir».
«Una única responsable»
El encuentro con el familiar que se sitúa más en las antípodas ideológicas de la activista se produce en el Musen de Tan Tan, una reunión ancestral de tribus saharauis, rehabilitado con esmero por el español Kitín Muñoz hace cinco años, también congregó a los ministros marroquíes de Turismo, Cultura y Comunicación. Este último, Khalid Naciri, dijo, en la línea del discurso que ha mantenido su Gobierno, que Haidar sigue siendo la «única responsable» de su suerte e instó a la Unión Europea a «abrir lo ojos y dejar de desestabilizar a Marruecos».
El ministro de Comunicación del Ejecutivo magrebí no cree que esta situación vaya a pasar factura en las relaciones entre ambos lados del Mediterráneo. En su opinión, «esa ha sido una interpretación falsa de los medios de comunicación, España y Marruecos trabajan desde hace años en materia de inmigración clandestina y así seguirá siendo». Eso sí, tiene claro que desde su punto de vista la polémica de la activista saharaui «es un asunto político y no de derechos humanos». Y apunta al urdidor de este asunto, que no es otro según él que el enemigo acérrimo del régimen marroquí, Argelia, que «está débil diplomáticamente hablando y ha fabricado este expediente».
Consciente de que la audiencia destinataria de sus palabras es española, Khalid Naciri comparó la constante reivindicación del pueblo saharaui y los problemas que genera en la zona con la sangrienta  cerrazón de ETA, vinculando todo de nuevo con Argelia. El problema, afirmó, es su vecino oriental, que no colabora para acabar con la polémica del Sahara. Así, dijo, si España tuviese una «argelia» en lugar de una «francia» que ayuda, nuestro actuaría de forma diferente.