La bailarina cubana, Lisbeth Fuentes, lleva 7 años en Eibar. Pertenece a la asociación Lacasium, en donde organiza actividades culturales. También, ha participado en un curso de expresión corporal y ofrece clases a personas afectadas por violencia de género. «No me ha costado mucho encontrar trabajo. Aquí, hay que demostrar mucho lo que vales. Ocurre muchas veces que al inmigrante se le mira con desconfianza. Por ello, es un handicap en contra».

Ahora, con la apertura de El Corte Inglés ha podido acceder a un puesto durante los viernes y sábados, con lo que se muestra muy contenta por el nuevo futuro que se le abre.

Junto a ello, Lisbeth aprecia que no se valora los estudios y valores de la persona inmigrante, en cuanto llega a nuestra ciudad. «Al final te conocen y te aceptan, después de mucho trabajo. Nos meten a todos en el mismo saco, especialmente a la gente de Cuba, pero al fin consigues integrarte».

Después de muchos años, Lisbeth también otro concepto de las personas que viven aquí. «Igualmente, cuando conoces a la gente vasca se te va la idea que todos son secos y duros. La gente aquí es muy buena, muy agradable, muy noble».

Lisbeth forma parte de la junta directiva de Lacasium, junto a otras seis mujeres latinas. Esta asociación de mujeres latinas agrupa a 50 personas. l. Celebran sus reuniones los domingos, para preparar las actividades de San Juan y otras más a lo largo del año. «Además de integranos en la vida de Eibar tratamos de mantener nuestras costumbres».

Hace dos años, Armeria Eskola de Eibar y Lacasium, pusieron en marcha el primer curso de formación profesional de operaria de torno CNC (control númerico) dirigido exclusivamente a mujeres inmigrantes y pertenecientes a esta asociación. Fue una iniciativa novedosa, cuyo objetivo fue avanzar en la integración social y laboral del colectivo de mujeres inmigrantes.