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Aminetu, una de ellas

Diario de Noticias, por joseba santamaria, 11-12-2009

AYER se conmemoró el Día Internacional de los Derechos Humanos, una fecha de celebración por los derechos alcanzados y también para recordar que hay muchas personas que todavía carecen de ellos. El Gobierno de Zapatero llega a esta jornada con el inasumible bochorno del caso de la activista saharaui Aminetu Haidar, en huelga de hambre desde hace 26 días en el aeropuerto de Lanzarote. Allí arribó expulsada en una decisión contraria a la Declaración Universal de los Derechos Humanos por Marruecos con la inaceptable complicidad del Gobierno de Zapatero: alguien tuvo que autorizar ese traslado contrario a la legalidad aérea internacional y la dignidad y derechos como persona de Haidar. Zapatero no puede eludir esa responsabilidad contraída, ni siquiera bajo la lamentable excusa de anteponer unos supuestos intereses generales de España a la dignidad de toda persona que reconoce la Constitución. En el fondo, aceptar las amenazas fanfarronas de Marruecos es humillar los derechos humanos ante un régimen totalitario. Aceptar el chantaje de las supuestas buenas relaciones con Marruecos a costa de abandonar a su suerte al pueblo saharaui es eludir las obligaciones de los valores democráticos en otro vergonzoso intento de mirar hacia otro lado. Esta jornada busca insistir en que son muchos los Estados que aún utilizan la tortura y la pena de muerte, que sigue habiendo muchas personas perseguidas por sus opiniones, que millones sufren la violencia política, la persecución terrorista, la violencia machista, el fanatismo religioso o que cientos de millones viven en la más absoluta pobreza. Aminetu Haidar es una de ellas.

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