El Sáhara confía más en Francia que en España para presionar a Marruecos y salvar a Haidar

La activista rompe su silencio para reiterar que regresará a su país "viva o muerta" El Ejecutivo alauí insiste en culpar a Aminetu, el Gabinete de Zapatero calla y el CGPJ no respalda alimentarla a la fuerza

Diario de noticias de Alava, agencias, 10-12-2009

Madrid. El líder del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, remitió ayer una carta al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, para pedirle que interceda ante las autoridades marroquíes con el fin de que permitan el regreso de la activista Aminetu Haidar a su casa en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental ocupado. En el escrito, Abdelaziz informa a Sarkozy del deterioro de la salud de Haidar, que cumple hoy 25 días en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote, y le informa que la activista saharaui “no tiene intención de romper” esta medida de protesta por su expulsión y envío forzoso a España por parte de Marruecos.

Por su parte, Haidar rompió ayer el silencio que le ha impuesto su delicado estado de salud para reiterar que regresará “viva o muerta” al Sáhara Occidental, de donde fue expulsada por Marruecos. Ya son 24 días de protesta en el aeropuerto de Lanzarote en los que se han intensificado los contactos diplomáticos por parte de Marruecos.

“Francia no puede permanecer impasible ante esta grave negación de los Derechos Humanos que está en contra de los convenios internacionales”, subraya el presidente saharaui en la misiva, que destaca que “no hay razón legítima que pueda justificar” la expulsión de Haidar de El Aaiún.

Tras recordar que Haidar ha sido galardonada con prestigiosos premios internacionales, como el Robert F. Kennedy para los Derechos Humanos o el Andrei Sajarov que concede el Parlamento Europeo por su resistencia pacífica en el Sáhara Occidental, pide a Sarkozy “que intervenga ante las autoridades marroquíes para salvar la vida de Aminetu Haidar” y para que “regrese a su país”. “El Gobierno marroquí no puede continuar indiferente ante los llamamientos de la ONU, la Unión Europea, la Unión Africana, el Gobierno español, las principales ONG internacionales de Derechos Humanos como Human Rights Watch o Amnistía Internacional, que exigen permitir que Haidar recupere sus derechos en virtud de la misma Declaración Universal de los Derechos Humanos”, remarca Abdelaziz. El máximo mandatario saharaui considera “más necesaria que nunca” la intervención de Sarkozy como “heredero” de los valores de la Revolución Francesa, como presidente de un país miembro permanente del Consejo de Seguridad y como líder de una nación secular que “reivindica el amor, justicia, la fraternidad y la libertad”.

balones fuera Y la mediación de Francia puede ser clave para solucionar esta crisis a tenor de lo visto ayer. En una visita a Madrid el ministro de Justicia de Marruecos, Abdelwahed Radi, ignoró las presiones recibidas desde la península e insistió en la tesis de culpar a Haidar de su situación. El mandatario, que se reunió con el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, sostuvo que tanto su país como España son “víctimas” de la situación en el caso Haidar, y que es la propia activista, apoyada por Argelia y el Frente Polisario, quien ha de solucionar su situación solicitando un pasaporte “argelino o de otro país” que suela dárselo a los miembros del Polisario. A la pregunta de qué pasaría si Haidar muere, el ministro de Justicia marroquí consideró que él no hace “política ficción” y que no era su problema. A esto Chaves no dijo nada. Cuestionado sobre si el caso Haidar puede perjudicar a las relaciones entre ambos países, Radi hizo hincapié en que esas relaciones están “ancladas en la historia” y afirmó: “Somos lo suficientemente maduros y sabios para superar esta situación”. El vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Fernando de la Rosa, afirmó ayer que si Haidar pierde la consciencia los jueces actuarán valorando la “voluntad” de la saharaui y el interés del respeto a la vida.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)