donostia. Dos meses de silencio institucional han llevado a los vecinos del barrio errenteriarra de Iztieta a escenificar su hartazgo desvinculándose del proceso de mediación impulsado por el Servicio de Integración del Gobierno Vasco, Biltzen. “Están siguiendo la misma estrategia que el Ayuntamiento, dilatar el problema en el tiempo”, justifica el presidente de la Asociación de Vecinos Gurekin de Iztieta – Ondartxo, Txelis Martín.

Según señala, sólo han tenido una reunión en octubre, cuando el proceso debía haber terminado la “primera semana” de dicho mes. El Gobierno Vasco impulsó la labor de Biltzen por el desencuentro que hubo en julio entre la comunidad magrebí y los vecinos a raíz de un intento de agresión sexual a una mujer perpetrado, presuntamente, por dos jóvenes de origen magrebí.

Los vecinos, no obstante, han reiterado siempre que el problema no son los inmigrantes que viven en el barrio, sino la “gente de fuera” que acude a esa zona a delinquir.

Según asegura Martín, “hace dos semanas un grupo de gente conflictiva regresó al barrio actuando a cualquier hora”. El presidente de la asociación vecinal denuncia que se han cometido robos en obras, coches y se han llevado a cabo atracos a personas que acababan de sacar dinero en el cajero. Y eso que, según reconocen, la presencia de la Ertzaintza es continua.

Sin embargo, para Gurekin Auzo Elkartea no es suficiente, porque hacen falta “medidas concretas” para evitar el deterioro que sufre el barrio y que llevan denunciando desde hace tres años. “Lo único a lo que se ha comprometido el Ayuntamiento es a habilitar un campo polivalente en la zona del antiguo Matadero, pero del resto nada”, denuncia. Un lavado de cara" que para Gurekin no supone enfrentar el problema de raíz.

Tampoco lo es para Gurekin la labor de Biltzen, porque no aborda el “problema fundamental” de Iztieta. Y, por si fuera poco, desde la asociación han intentado ponerse en contacto con los mediadores sin éxito en los dos últimos meses.