Los patios de los colegios de Gipuzkoa son escenario en los últimos años del mestizaje entre niños y niñas de aquí y otros llegados de todos los rincones del mundo. Eso sí, esta mezcla no es ni mucho menos igual en todos estos lugares de recreo. La proporción de alumnos inmigrantes es mayor en las escuelas públicas que en los centros concertados privados. Este desequilibrio entre redes educativas se está corrigiendo poco a poco pero, tras de sí, está dejando otro desfase entre los mismos colegios concertados o entre centros de la red público. Como ejemplo, en San Sebastián hay un colegio de la red concertada que tiene más de un 70% de alumnado inmigrante y otros que ni llegan al 1%.

En la actualidad, aproximadamente la mitad del alumnado de enseñanza no universitaria en Gipuzkoa acude a la enseñanza pública y el resto a la privada concertada. A pesar de ello, cerca del 55% del alumnado inmigrante se concentra en la pública y el 45% en la concertada. «Es una situación que se va corrigiendo poco a poco. Hace cinco años la proporción era del 60 – 40%. A nosotros nos gustaría que se corrigiera a mayor ritmo pero sabemos que el asunto es complejo», explica Imanol Zubizarreta, responsable en Gipuzkoa de la Confederación de Padres y Madres de la Escuela Pública Vasca (Ehige). Este desequilibrio es mayor en el caso de Vizcaya y Álava, donde la población inmigrante es mayor. «Se sobrecargan con inmigrantes los m ismos centros y existe riesgo de que se creen guetos. Hacen falta más recursos», señala Zubizarreta.

A pesar de que poco a poco se va equilibrando esa proporción de alumnado inmigrante entre la red pública y la concertada, este tipo de alumnos no se distribuyen de forma equilibrada dentro de cada red. En la red pública, en educación Primaria – Infantil hay centros como el de Leka – Enea – Anaka de Irun, con un 40% de alumnado inmigrante, y otros como Langile Ikastola de Hernani, con el 0,51%, según los datos del Departamento de Educación, ofrecidos en una respuesta parlamentaria escrita a Mikel Basabe (Aralar). En Secundaria, dentro de la red pública, hay centros como Hirubide de Irun con el 43,7% de inmigrantes y centros como Lauaizeta de Donostia, con el 0,58%.

En la red concertada, los desequilibrios son aún mayores. Como ejemplo, valga que el centro Ekin – tza de Donostia solo tiene el 0,14% inmigrantes (1 alumno de 700) mientras que San José, también en Donostia, supera el 70%.

Cuotas «obligatorias»

El Departamento de Educación encabezado por Isabel Celaá es consciente de esta realidad y estudia los factores que provocan el desequilibrio. Durante el curso, existe una comisión de matriculación territorial que se ocupa de desviar a los alumnos que llegan con el curso iniciado, la mayoría inmigrantes, para que haya una reparto equitativo entre centros. «Esta medida sirve hasta cierto punto, pero hemos notado que el curso siguiente muchos cambian de centro y, al final, sigue habiendo centros con un alto índice de alumnado inmigrante», señalan desde Educación.

Las razones de estos cambios de centro se deben a la «agrupación con alumnado de la misma procedencia, a que vaya al mismo colegio de un familiar, a que hay centros que ‘convencen’ al alumnado de que su colegio más natural sería otro»… Los datos del Educación reflejan que el proceso de cambio de centro del alumnado inmigrante «se produce más de centros concertados a públicos que al revés».

Tras estos traslados se esconde además la existencia de cuotas «obligatorias» a las que tienen que hacer frente los padres en determinados centros concertados – la matriculación es gratuita – y que pueden provocar que haya familias que se decanten por otro centro. «Estamos analizando todos estos datos para tomar las decisiones oportunas», señalan desde Educación.

En el Departamento no esconden que otra de las razones de concentración se debe a los modelos lingüísticos. «Parte del alumnado inmigrante tiende a elegir modelos con más enseñanza en castellano. Y en Gipuzkoa hay pocos centros con modelo A», señalan.