Interior remite al juez un caso de malos tratos en el CIE de Aluche

El País, E. G., 10-12-2009

“Testimonio de R. L. (Paraguay). Varón de 25 años. Afirma estar tramitando arraigo y tener contrato de trabajo. Familia en España. Refiere haber sido golpeado ‘en el calabozo del aeropuerto’, describe ‘patadas, puñetazos en las costillas, golpes con bastones en las piernas y tobillos’. Refiere haber estado sujetado durante horas sin comer ni beber. Al regreso al CIE, golpes en el interior del vehículo y golpes a la entrada del CIE, en la zona del escáner de entrada (no hay cámaras). Describe ‘bastonazos en las piernas’. Cojea en la entrevista”. Éste es uno de los siete testimonios que la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) incluye en un informe dado a conocer ayer sobre la situación en tres de los ocho centros españoles de internamiento de extranjeros (CIE).

El trabajo ha sido realizado con el consentimiento del Ministerio del Interior y es el centro de Aluche el que logra en él los segundos peores resultados después del de Valencia y por delante del malagueño. Una de las principales conclusiones de la ONG, que libra una batalla para acabar con estos centros en los que quedan retenidos los inmigrantes que van a ser expulsados, es que el 40% de los internos asegura haber recibido maltrato, algo que fue ayer rotundamente rechazado por el departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba. Lo que sí reconoció Interior, en una nota hecha pública a última hora de la tarde, es que “de los casos denunciados”, el ministerio “únicamente tuvo constancia” del incidente ocurrido el día 29 de mayo de 2009 en el centro de internamiento de Madrid – que el ministerio no detalla – y “del cual se instruyeron las diligencias número 11153/2009, remitidas a la autoridad judicial”.

CEAR asegura tajante que “existen testimonios independientes, congruentes y sistemáticos que muestran un patrón de maltrato y tortura de internos desde el CIE a Barajas” y en las dependencias del aeropuerto. El informe denuncia asimismo casos de lesiones graves, “con los correspondientes partes médicos”, y que personas que han denunciado maltrato “han sido expulsadas el mismo día o al día siguiente”.

La ONG subraya que informó de todas sus conclusiones al director del centro, que “expresó su total indignación y agradeció la información”. También se comprometió a conservar unas grabaciones del circuito cerrado en las que se puede ver el estado en el que entra un extranjero, J. H. L. R., en la lavandería del CIE, cómo le sigue un policía de paisano, y las condiciones en las que sale el interno. Y se comprometió a instalar cámaras en la lavandería.

La precaria situación de los internos – el 63% no son delincuentes, sino personas sin la documentación en regla – abarca en Madrid a la sanidad o a las comunicaciones. Los internos no pueden ser telefoneados ni por su abogado ni por su familia y no reciben ni ropa, ni zapatos, ni sábanas ni siquiera un kit de aseo. Tampoco pueden acceder a los baños por la noche, y CEAR pide que se mejore la alimentación.

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