GEMMA ROBLES
MADRID

El objetivo inmediato de la diplomacia española e internacional volcada en el caso de Aminetu Haidar está claro: intentar que la activista reoriente su estrategia de protesta y abandone una huelga de hambre que, según los expertos, podría llegar a poner en riesgo su salud. Por eso, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, aprovechó ayer su presencia en Bruselas para lanzar un mensaje en este sentido. «Nosotros le hemos permitido que siga ejerciendo su derecho a la expresión de su posición política, incluida la huelga de hambre. Pero creemos que debería abandonarla y buscar una manera diferente de ejercer su postura política con la misma contundencia», recalcó.
También la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, realizó ayer un llamamiento desde Ginebra para que se permita a Haidar regresar cuanto antes a su país, aunque incidió en que España ha sido «muy considerada» con la saharaui, ya que le ha ofrecido incluso la nacionalidad. «Pero es la propia Haidar la que tiene que tomar una decisión; una decisión que es individual», puntualizó la representante de Naciones Unidas, que se mantiene en contacto con las autoridades españoles y marroquíes para tratar de mediar en el conflicto.

RESPONSABILIDAD / Seguramente esos contactos con los titulares de Exteriores de ambos países explican que, ayer, tanto Moratinos como el jefe de la diplomacia marroquí, Taieb Fassi Fihri, compartieran la tesis de la Alta Comisionada de la ONU de que será Haidar, y no otros, la que debe responsabilizarse de lo que pueda suceder por su huelga de hambre. «Es ella la que tiene que decidir y asumir su propia responsabilidad», apuntó el ministro español, mientras que su homólogo marroquí subrayó que la activista debe reflexionar sobre la situación en la que se encuentra. Eso sí, agregó un mensaje orientado a defender los intereses marroquíes en política internacional: «los argelinos y el frente polisario se encuentran detrás de esta operación».
Fassi Fihri interpreta que Haidar se ha dejado utilizar con el objetivo de «bloquear otra ronda de negociaciones políticas sobre el Sáhara occidental en Naciones Unidas». Es curioso que fuentes del Frente Polisario manejen esta mía teoría pero con sujeto diferente, esto es, que crean que Marruecos forzó la expulsión de la Gandhi saharaui de su territorio (lo que se une a la detención de varios activistas prosaharauis en las últimas semanas) a fin de parar las negociaciones sobre el Sáhara auspiciadas por la ONU.

NUEVOS PASOS / El Ejecutivo español se esfuerza en convencer a Haidar de que elija otra forma de reivindicar con la preparación de nuevas medidas, tanto diplomáticas como políticas. Así, Moratinos quiere consensuar una propuesta con los grupos parlamentarios para, en caso de empeoramiento de la situación de Haidar, tener respaldo de la Cámara por si hubiera que presionar más a Marruecos o forzar la alimentación de la activista. Ella advirtió ayer que si se actúa contra su voluntad, recurrirá a la vía penal. El PP, por su lado, supedita su respaldo a que se eleve la exigencia ante el gobierno marroquí y, de paso, recomienda pedir ayuda a EE.UU y Francia.