Conceden una pensión de viudedad a una mujer casada por el rito gitano

El Mundo, 09-12-2009

Estrasburgo condena a España a indemnizarla con 75.412 euros por habérsela negado Estrasburgo


El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó ayer a España a abonar 75.412,56 euros a María Luisa Muñoz Díaz, la mujer de etnia gitana que reclama una pensión de viudedad desde que murió su marido, en el año 2000.


La demandante, apodada La Nena, se casó por el rito gitano en 1971 y sus seis hijos aparecían en la cartilla de la Seguridad Social, el Libro de Familia y en el reconocimiento de familia numerosa. En 2000 murió su esposo, que había cotizado durante 19 años, y un año después, el Instituto Nacional de la Seguridad Social rechazó su solicitud de pensión de viudedad por no estar casada por lo civil.


Estrasburgo ve «desproporcionado» que el Estado español entregue a la demandante y a su familia un libro de Familia con el estatus de numerosa, le ofrezca asistencia sanitaria y reciba de su marido las cotizaciones a la Seguridad Social y que, al tiempo, no reconozca los efectos del matrimonio gitano en materia de pensión de viudedad.


Para el tribunal, aceptar la tesis del Gobierno de que la demandante se podía haber casado por lo civil «para escapar a la discriminación», vaciaría de contenido el artículo 14 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, es decir, el principio de no discriminación. La sentencia recuerda que el Convenio marco para la protección de las minoría nacionales obliga a los estados a tener en cuenta la situación de estos colectivos.


María Luisa Muñoz Díaz se mostró ayer «contenta» y «muy satisfecha» con la sentencia «tras 10 años de lucha», y espera que sirva «de ejemplo y de ayuda» para que todo el colectivo reivindique sus derechos. En declaraciones a Radio Nacional recogidas por Europa Press, La nena aseguró que «significa muchísimo» para el conjunto de la comunidad gitana, pues «queda claro que quienes me denegaron el derecho a la prestación no tenían razón y que lo que yo pedía estaba dentro de la Ley», afirmó.


Para sus abogados, la sentencia es «histórica» y «sienta jurisprudencia». Ahora, añaden, los gitanos europeos «saben que hay un tribunal que es sensible a sus reivindicaciones».

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