Sobre minaretes y campanarios

ABC, RAMÓN PÉREZ - MAURA, 06-12-2009

Egemen Bagis es el ministro turco de Asuntos Europeos que ha tenido la ocurrencia de pedir a los musulmanes de todo el mundo que saquen su dinero de los bancos suizos. Golpe de efecto que no creo que quite el sueño a la banca suiza que ya sabe que la mayor parte de las grandes fortunas musulmanas tienen su dinero en la muy secretista banca de los Emiratos Árabes Unidos.

El 17 de junio de 2005, en París, tuve ocasión de conversar sobre el problema de las mezquitas en Europa y las iglesias en Arabia Saudí con el Príncipe Turki al – Faisal, durante muchos años jefe de los servicios secretos saudíes y después embajador en Londres y Washington. El Príncipe Turki sostenía la alambicada teoría de que la islamidad de La Meca era inviolable porque era la tierra del Profeta, mientras que Roma nunca fue la tierra de Jesús. Con perdón para Turki, esto es el perfecto Deus ex machina – nunca mejor aplicado.

Así que estos musulmanes con los que Zapatero quiere aliar nuestra civilización son los que exigen nuestro respeto a cambio de no respetarnos absolutamente nada. Su lógica es la de que están en posesión de la Verdad y, en consecuencia, debemos plegarnos ante ellos. Grande.

Sugiero a quien esté interesado que admire en internet la majestuosidad de la gran mezquita de Roma (por ejemplo en www.archnet.org/ library/images/thumbnails.jsp?location_id=2465), edificio que ha sido galardonado con el premio Agha Khan de arquitectura y que es todavía más majestuoso que la nada desdeñable mezquita de la M – 30 de Madrid. Desde el minarete de la mezquita de Roma se debe divisar con gran claridad la cúpula de San Pedro. Yo volvería a invitar al Príncipe Turki hoy, como lo hice en 2005, a que permitan la construcción en La Meca de una iglesia – aunque desde su campanario no se vea la Gran Mezquita. Ese día se empezarán a llenar de razones.

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