Lobiano ha abierto al público una exposición que trata de informar sobre los pensamientos y situaciones que han vivido aquí jóvenes menores extranjeros no acompañados en su búsqueda de una vida mejor. Su título es ‘También son nuestros jóvenes’.

En los paneles que decoran durante estos días las salas de exposiciones de Lobiano, se puede ver y leer mucho más que los tradicionales deseos adolescentes de unos jóvenes rebeldes, puesto que se trata de chavales y chavalas menores que se encuentran en este país sin acompañamiento de su familia y, por tanto, son responsabilidad de la comunidad autónoma donde se encuentran.

Esta muestra, que recoge fotografías, testimonios y artículos de prensa sobre menores en esta situación, contará con visitas guiadas a las que acudirán escolares de los diferentes centros educativos de la villa. De hecho, ya se celebró una visita guiada, abierta a la población, a la que acudió numeroso público el pasado martes.

En esta visita, la componente de SOS Racismo Anna Stern se encargó de informar a los presentes sobre los datos objetivos que rodean el entorno de los menores extranjeros no acompañados que se encuentran en Euskadi. Se destacó que la mayor parte de los jóvenes que se trasladan a Euskadi, un 90%, son menores procedentes de Marruecos, que viajan en su mayoría, bajo camiones o autobuses, aunque también los hay que se trasladan desde Argelia o Rumania.

Los principales motivos «aunque hay muchos y lo mejor es preguntarle a cada uno», según aclaraba Stern, se pueden encontrar en la minorización de la pobreza que afecta de un modo más crudo a la población infantil y al imaginario social, «por el que ellos entienden que para tener un futuro tienen que salir de allí».

Para ello, la mayor parte realizan peligrosísimos viajes, como el de los dos jóvenes que vinieron desde Tánger bajo el autobús de una banda de músicos de Tolosa , cuyo testimonio se recoge en estos paneles. «1.200 kilómetros y 18 horas debajo del autobús», se puede leer junto a una foto.

Otras actividades

Euskadi es la comunidad con más menores en acogida del Estado. A finales de 2008 eran de 600 a 700 los jóvenes que se encontraban en esta situación. Uno de ellos afirma en estos testimonios que «es triste dejar a los padres, pero salimos a buscar trabajo por ayudarles a mejora la vida». Y es que la componente de SOS Racismo también señaló que «aunque no esté probado el endurecimiento de las leyes para los inmigrantes adultos coincide con la llegada de un mayor número de menores», porque, al parecer, y según se desprende de algunos testimonios, ellos asumen el papel de responsables de su familia. «En cuanto te embarcas tu único pensamiento es conseguir los papeles, la casa y un trabajo. ¿Volver?. No hay posibilidad. No puedes. Tu familia está en tus manos», explican.

Son veintidós imágenes y muchos más testimonios, que dan una idea de la situación de estos jóvenes, sus sueños y sus pesadillas en el que ellos creyeron su lugar soñado. La exposición se puede visitar hasta el día 12, los días laborables de 18 a 20 horas y el sábado de 12 a 14 horas.

Esta actividad está incluida en el programa de la campaña de las ONGs del Consejo de Solidaridad ermuarra. La programación continuará mañana con el encuentro de jóvenes del centro de Zornotza, otros que estaban bajo la tutela pública y ya cumplieron los 18 años y jóvenes ermuarras. Comenzará a las 12 horas y después se celebrará una comida en Eskilarapeko.