Suiza inquieta por relaciones con mundo musulmán tras votar contra minaretes

Prensa Libre, 01-12-2009

GINEBRA (AFP) –
Suiza teme que la prohibición de construir minaretes, aprobada el domingo en referéndum, deteriore sus relaciones comerciales y diplomáticas con el mundo musulmán, donde el lunes se multiplicaron las denuncias de la “intolerancia” demostrada por los electores del país europeo.


La ministra suiza de Relaciones Exteriores, Micheline Calmy – Rey, se reunió en Berna con los embajadores de países musulmanes para “explicarles” el resultado de la consulta popular, después de que varios protestaran tras conocerse los resultados del domingo.


En Indonesia, mayor país musulmán del mundo, la principal organización islámica denunció el “odio” y la “intolerancia” en Suiza, aunque apeló a “no reaccionar con excesos”.


El mufti de Egipto, Alí Gomaa, calificó el resultado de “insulto” a los musulmanes, y grupos religiosos paquistaníes consideraron como “islamofobia extrema” la prohibición de construir minaretes en Suiza.


En Yeda, el secretario general de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), Ekmeleddin Ihsanoglu, expresó su “decepción y preocupación” por ese referéndum “que afecta la imagen de Suiza como país que respeta la diversidad, la libertad de culto y los derechos humanos”.


Por parte católica, el Vaticano también condenó los resultados.


En una inesperada y masiva votación, un 57,5% de los ciudadanos helvéticos decidió el domingo prohibir los minaretes, en un país de 7,5 millones de habitantes que cuenta con 400.000 musulmanes.


“Temo efectivamente (…) que este resultado tenga consecuencias sobre nuestras exportaciones y en el ámbito del turismo. Estos últimos años, por ejemplo, el número de visitantes de los países del Golfo aumentó un 15% anual”, declaró la ministra de Justicia y de la policía suiza, Eveline Widmer – Schlumpf, al diario Le Temps.


La misma conclusión comparte el politólogo Pascal Sciariani de la Universidad de Ginebra: “No habrá necesariamente un llamado explícito de los gobiernos de esos países a boicotear Suiza, pero puede haber reacciones individuales o de la elite exhortando a los musulmanes a reducir su fortuna administrada en Suiza, a reducir sus viajes turísticos o a dificultar las relaciones comerciales con Suiza”.


Ginebra – – un importante centro financiero en gestión de fortunas y uno de los destinos preferidos de los ricos turistas árabes – – teme las consecuencias del referéndum, impulsado por la Unión Demócrata del Centro (UDC, derecha populista), el principal partido del Parlamento federal.


Cada año, las visitas a Ginebra de ciudadanos de los países del Golfo generan unos 250 millones de francos suizos (164 millones de euros), una décima parte de los ingresos turísticos de la ciudad.


La sede europea de la ONU también se encuentra en Ginebra. La Relatora especial de Naciones Unidas para la libertad religiosa, Asma Jahangir, manifestó su “profunda inquietud” y denunció “una discriminación evidente contra miembros de la comunidad musulmana en Suiza”.


Muy preocupada, la organización Economie Suisse, que agrupa a empresas de la industria y del sector de servicios, exhortó a “circunscribir los potenciales daños (del referéndum) al interior” de las fronteras suizas.


Aunque las “consecuencias inmediatas del voto son limitadas”, tal como augura el diario de Zurich Neue Zürcher Zeitung (NZZ), “la mirada del mundo musulmán sobre Suiza no será nunca más la misma”, advirtió el director del Centro de estudios e investigación del mundo árabe y mediterráneo en Ginebra, Hasni Abidi.


El islam es la segunda religión de Suiza después del cristianismo, según cifras gubernamentales.

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