Incendian dos viviendas del doble homicida de Sant Boi

El Mundo, GERMÁN GONZÁLEZ, 01-12-2009

Barcelona


El barrio de Camps Blancs en Sant Boi de Llobregat continúa conmocionado. La madrugada del pasado sábado un padre y un hijo morían después de recibir varios disparos. El supuesto homicida, Manuel H. S., fue detenido por los Mossos d’Esquadra aunque se encontraba malherido por arma blanca y perdió la vida unas horas más tarde. La tragedia no acabó con estas tres muertes ya que la noche del domingo incendiaron dos viviendas en la plaza Paulo Freire, donde supuestamente residía el doble autor del crimen y su familia.


Las primeras investigaciones policiales indican que las muertes del sábado pasado están relacionadas con un enfrentamiento entre clanes de etnia gitana que estarían enfrentados después de no llegar a un acuerdo en una boda pactada. Ahora, la policía intenta averiguar si los dos incendios provocados son una respuesta a estas tres muertes, y si están relacionadas con el enfrentamiento existente entre las dos familias.


Ayer una unidad de la policía científica estaba en el lugar recabando pruebas. Los investigadores intentan ver si hay más personas relacionadas con esta pelea que acabó con dos personas muertas a tiros, y su supuesto agresor detenido aunque herido de gravedad. De momento, agentes de los Mossos d’Esquadra patrullarán por el barrio para evitar más peleas entre miembros de las dos familias gitanas enfrentadas, y que se consume alguna venganza.


Los dos clanes estaban enfrentados desde hace tiempo, y habían protagonizado algún incidente en otras ocasiones. Pese a esto, los investigadores trabajan con la hipótesis de que las familias habían llegado a una especie de pacto de boda de dos de sus miembros, aunque finalmente no llegó a producirse. Esto podría haber provocado la pelea que acabó con las tres muertes.


Ángel Sala, vecino del bloque donde se quemó una de las viviendas del presunto doble homicida, explicó a Europa Press que «era de madrugada cuando los bomberos desalojaron, sin explicar nada». El hombre, que vive en la zona desde hace cuarenta años, no recuerda «nada parecido en el barrio». Además destacó que los miembros de la familia de etnia gitana que vivían en el inmueble siniestrado «nunca tenían problemas» con nadie. El vecino también destacó que son «buenas personas».


Al menos una de las dos viviendas, situada en un bajo del número 62 de la plaza Paulo Freire, quedó completamente calcinada, mientras que la otra, ubicada en el primer piso del número 65 de la misma plaza, también se apreciaban los efectos del fuego desde el exterior del edificio. En ambos casos existen indicios de que el fuego fue provocado.

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