La activista saharaui Aminetou Haidar no quiere la nacionalidad y el pasaporte español. Así se lo manifestó ayer domingo al director del Gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores, Agustín Santos, en el trancurso de una reunión en el aeropuerto de Lanzarote.

Haidar, que sufrió un desvanecimiento durante el encuentro debido a su delicado estado de salud tras dos semanas de huelga de hambre, no quiere ser “extranjera en su propia casa” con un pasaporte extranjero para regresar al Sáhara, según explicó su abogada, Inés Miranda.

Alojada en unas dependencias de Aena (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) desde que Marruecos impidió su entrada en El Aaiún, donde protesta por sus situación, la activista saharaui se siente “decepcionada” por la oferta española, aunque lo agradece, pero “no esperaba que un Gobierno democrático donde el Estado de Derecho debe cumplirse pudiera actuar de esta manera”.

La activista también rechazó las otras propuestas presentadas por el representante de Asuntos Exteriores, como la la concesión del pasaporte marroquí a través de las autoridades diplomáticas de Rabat en España y la concesión del estatus de refugiada tanto para ella como para su familia.

Expulsada de Marruecos

Según manifestó la letrada a los medios de comunicación, Haidar y “toda la sociedad responsabilizamos al Gobierno español si esto continúa y tiene circunstancias trágicas porque es España quien impide que Haidar vuelva a su casa y esté con sus hijos”.

La abogada Inés Miranda insistió en que su defendida fue expulsada de Marruecos y llevada “a la fuerza contra su voluntad” a España. Para ello fue “expulsada” por el Gobierno de Rabat con la “cooperación necesaria” de Madrid y “obligada” a permanecer en Lanzarote.

Según la abogada de la activista, esto viola el Pacto Internacional de Derechos Civiles, que establece la “prohibición de negar a un ciudadano la salida de su territorio”.

La propia Aminetou Haidar, por boca de su abogada española, expresó el agradecimiento de la activista saharaui hacia los ciudadanos españoles por su “solidaridad y el apoyo” en la defensa de los derechos del pueblo saharaui.