Un recorte de derechos

La Razón, 27-11-2009

El libro de Amin Maalouf «Las cruzadas vistas por los árabes» presenta el modo en que aquella invasión occidental dogmática fue vivida por aquellos pueblos. El escritor libanés nos traslada a otra posición y a un universo distinto. No todos los conflictos son de competencia, ni todas las situaciones complejas representan una amenaza. Desde las organizaciones de defensa de los derechos humanos consideramos que la actual reforma de la Ley de Extranjería contribuye a esa visión reduccionista de un fenómeno complejo, la movilidad humana, los flujos migratorios, que hay que gestionar.
El Tribunal Constitucional sentenció que no es aceptable gestionar esos movimientos de personas restando derechos civiles, raíz de la reforma de la ley. Nosotros celebramos ese buen inicio y las mejoras introducidas. Esta reforma no se pone en el lugar del que necesita protección, al revés, toma el Pacto Europeo de Inmigración y asilo como bandera, y en lo concreto recorta derechos fundamentales sólo para las personas extranjeras. Tampoco nos hace más iguales y mira a las personas migrantes como mano de obra, no como ciudadanos. Esto es una grave amenaza para la cohesión social, la gran perdedora. Se ha visto cómo una batalla y un choque en lugar de cómo una alianza. Una alianza de la ciudadanía.

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