Sucesos. Detenido un joven educador de una escuela infantil municipal de la sierra noroeste por vejaciones a un niño inmigrante. Le subía a una mesa y arengaba a los pequeños para que le insultaran a gritos. Lo grabó todo con su teléfono móvil Un joven educador de una guardería de la sierra de Madrid ha sido detenido bajo la acusación de un presunto delito contra la integridad moral con el agravante de xenofobia y racismo. El joven, de 23 años, arengaba a todos los pequeños de la escuela infantil para que insultasen al unísono a un pequeño sudamericano al grito de «sudaca de mierda». Además, sometía al niño a otras vejaciones. Entre ellas, le restregaba en la cara las heces que le acababa de limpiar del trasero con un pañuelo.

Todos los niños de la guardería tienen entre 0 y 3 años. De acuerdo con las primeras pesquisas, sólo era sometido a vejaciones uno de los niños inmigrantes, de raza negra, aunque había más en el aula. La escuela infantil es municipal y por lo tanto depende del Ayuntamiento.

Los agentes de la Policía Judicial y de la Guardia Civil interrogaron ayer a varios de los trabajadores de la guardería que indicaron que desconocían los hechos.

El caso salió a la luz de una forma casual. Dos chicas encontraron en la calle una memoria portátil cerca de la guardería donde se produjeron las supuestas vejaciones y maltratos.

Las jóvenes se extrañaron por el hallazgo y curiosearon sobre la información que podía contener la memoria. Al abrirla descubrieron que había grabadas unas imágenes impactantes. Se veía y escuchaba a una persona que decía al resto de niños. «Todos a la vez gritad: ‘Sudaca de mierda’». Subido a una mesa se observaba a un niño sudamericano al que el resto de compañeros de la guardería menospreciaban.

Tras el insulto, el profesor animaba a los pequeños a mofarse del compañero. La escena se repetía varias veces. Ademas, también se contemplaba cómo el profesor limpiaba con una toallita el trasero de la criatura y luego le frotaba con el mismo papel la cara. Luego denunciaron los hechos al padre del niño inmigrante que a su vez delató el caso a la Guardia Civil.

El hombre aportó las imágenes y el jueves por la noche fue detenido el profesor, que carece de antecedentes policiales. Por su forma de actuar, parece que podría formar parte de algún grupo ultra o que lo hacía para mostrárselo a amigos de alguna facción de extrema derecha. El Ayuntamiento, al que pertenece la guardería, guarda silencio.