Inmigrantes, mayores lectores de prensa gratis

El Universo, 16-11-2009

No hay en Madrid una estampa que se imponga tanto en el imaginario del grupo de inmigrantes como la de la presencia de lectura en las calles. Eso de dejar que los minutos transcurran frente a un libro en los medios de transporte o en las bancas de las aceras o parques llega, incluso, a convertirse en seña de identidad de la ciudad para los ojos de los nuevos vecinos.

Hay quien ve esta práctica como llamativa y simpática, o una “extravagancia graciosa” de los madrileños. Y algo más: la lectura, piensa la población foránea, es importante para la educación y desarrollo de sus hijos, y propia de personas ociosas y con economías desahogadas.

Esto es lo que se concluye de los datos conseguidos por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en el informe ‘La percepción de los inmigrantes sobre la lectura’. Se trata de un estudio cualitativo que va más allá de la frialdad del porcentaje y que recoge la opinión de los extranjeros residentes en el madrileño distrito de Arganzuela (de los 24.489 ciudadanos afincados procedentes de terceros países, la mayoría – 4.470 – son ecuatorianos).

“Los españoles seguro que leen más que los extranjeros”, advierte Laura Andrade, camarera ambateña. La suya es una de las frases más repetidas en boca de los encuestados. Pero que nadie se llame a engaño, pues cerca de la mitad de la población española asegura que no lee nunca o casi nunca, según el barómetro elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España.

Y aunque los hábitos lectores son prácticamente nulos en los inmigrantes, Antonio Basante, director general de la entidad, destaca cómo los extranjeros se han convertido en lectores asiduos de la prensa gratuita y de internet como medios habituales para conocer la actualidad de sus naciones de origen y para comunicarse con la familia y los amigos.

“A diferencia de los españoles, que al día leen un único periódico gratuito y lo complementan con uno de pago, la media en los foráneos es de cuatro diarios gratuitos por persona”, subraya. “Esto, prosigue, responde a la necesidad de los ciudadanos de tener la máxima información y disponer de una visión global de la realidad”.

Los inmigrantes coinciden con los autóctonos en  la actitud de autojustificación de la ausencia de lectura o de la poca frecuencia de su práctica, que se fundamenta principalmente en la falta de tiempo. Otros factores apuntan al precio de los libros (desconocen la existencia de ediciones de bolsillo más baratas) y a la falta de hábito de acudir a la red de bibliotecas públicas (en muchos de sus países no existe).

La investigación esboza, según las declaraciones de los entrevistados, el retrato del lector iberoamericano: consumidor habitual de libros de autores latinoamericanos, españoles, best sellers de ficción, y divulgativos (autoayuda) y biografías. Las mujeres se decantan, en cambio, por textos infantiles (para entretener a los hijos y conocer las técnicas de obligación escolar) y de cocina, revistas del corazón (prensa rosa) y para el hogar (sobre decoración y bricolaje), y en menor medida literatura hispanoamericana.

Detalles
Lecturas

Las definiciones
Para los inmigrantes, en función de su nacionalidad, la lectura significa un elemento de integración, un medio de supervivencia, una mejora para el futuro de los hijos, potencia el crecimiento profesional y ayuda a mantener las raíces, señala el informe ‘La percepción de los inmigrantes sobre la lectura’.

Apoyo en red
La Asociación de Migrantes Hispano – Ecuatoriana  Rumiñahui participó en un proyecto denominado Libros por la convivencia. En los talleres realizados para potenciar la lectura y el conocimiento de otras culturas participaron 30 menores y 40 adultos, entre inmigrantes y españoles.

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