madrid. El Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró a última hora de ayer que la activista saharaui Aminatu Haidar entró en España con su tarjeta de residencia, pero no ha podido salir del aeropuerto de Lanzarote porque necesita un pasaporte del que carece.

El departamento que dirige Miguel Angel Moratinos salió así al paso de la denuncia que la defensora saharaui de derechos humanos presentó ayer contra las autoridades marroquíes y españolas, la Guardia Civil, la compañía aérea Canarias Aeronáutica y el comandante del vuelo que la llevó a Lanzarote.

Ante las acusaciones de “secuestro en España y malos tratos”, el Ministerio explicó en un comunicado que “la señora Aminatu Haidar entró en España con su tarjeta de residencia que es un documento que, no vale, sin embargo, para viajar fuera” de este país.

Exteriores recordó que para salir de España se necesita un pasaporte o un documento de viaje del que carece al haber declarado que “su pasaporte marroquí le fue retirado”. La defensora saharaui de derechos humanos anunció que iniciaría una huelga de hambre a las doce de la noche si no la dejan volver a su tierra en las próximas horas.

Haidar fue deportada en avión a Lanzarote después de su llegada el viernes a la capital del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos. La activista saharaui pensaba que podía ser detenida, como lo fueron el mes pasado destacados activistas saharauis acusados, según la Fiscalía marroquí, de “colaboración con el enemigo” por haber visitado los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia), sede del Frente Polisario. Tras varias horas bajo custodia, fue embarcada con dirección a Lanzarote sin su pasaporte marroquí, que le fue incautado.