HÉCTOR ZAMORA

«Extraño mucho Cuba. Sobre todo, la risa y el olor de mi mamá»

Habanero, mulato, mecánico especialista en los componentes eléctricos de motos y coches, canta por aquí . Y en Holanda

Diario Vasco, BEGOÑA DEL TESO, 12-11-2009

Iluminó en el territorio de Batanero motos la presentación de las dos últimas tentaciones de la marca taiwanesa Kymco: la SuperDink 300i nueva y con 30 caballos en el motor, y la no menos novísima SuperDink 125i. Cantó un par de boleros y una canción salsera. Puso a bailar a la gente, encandiló a las mujeres y despertó los celos y la envidia de más de un caballero. En este país ha sido pintor, cuidado ancianos y actuado en muchas fiestas. Quieren llevárselo a Japón, a un club de salsa latina. Ha cantado en Holanda y puede que lo haga en Alemania y Bélgica.

-¿Cómo se llama su mamá?

- María Salomé. Ha tenido siete hijos. Mi padre trabajó muy duro en la caña de azúcar. Ella estuvo muy enferma pero ya sanó. Yo quiero mucho a mí mamá.

-¿Cómo se ríe María Salomé?

- Con una risa muy bonita.

-¿A qué huele su mamá?

- Mi mamá huele … ¡a mamá!

- Describa el olor a mamá.

- Las mamás huelen a rico, a dulce, a bueno, a dulce. A mamá.

- ¿Qué más extraña de Cuba?

- Todo: el sol, la alegría, la música. Es que son cosas muy muy contagiosas. Europa es fría. Por eso adora de tal manera lo latino. Porque nuestros ritmos, nuestras maneras se te pegan a la piel y caldean cualquier país.
- Pero seguro que ya se llevaría algo de esta fría Europa a su isla.
- Claro. Ustedes son leales con sus amigos. Responsables. Puntuales. Trabajadores. Me gustaría mezclar alegría con responsabilidad. Me agradan las mezclas ¡Soy mulato! Corren tantas sangres por la sangre de los cubanos…

- En el aeropuerto de Madrid un viajero le aconsejó que no se subiera para el Norte…

- Francamente, me dio un susto de muerte. Me dijo que ustedes eran muy racistas, que me llamarían negro despectivamente, que sería mejor que me quitara la cadena de oro que llevaba al cuello, que si entraba en un ascensor ustedes saldrían por no subir conmigo.

- No ha sido para tanto, espero.

- En absoluto. Yo creo que aquel hombre no sabía nada de ustedes. En España los unos suelen ignorarlo todo sobre los otros. Hay racistas, claro, pero realmente ustedes no lo son y como les habrán dicho tantas veces, puede que sean fríos pero cuando acogen a alguien, la calidez humana es total. Lo he sentido aquí en la fiesta de Batanero. O en la academia del gran Conrado García, cerca deArcco.

- Habrá sentido otra cosa también: encandila a las mujeres y encela a algunos maridos.

- Lo sé y te diré algo: cuando notas esas vibraciones te sientes realmente poderoso. Pero es la música, ¿sabes? Y el ritmo. Y las letras de los boleros, que hacen daño.

- Perdón: es el físico.

- También, claro. Lo admito. En el Instituto de la Música donde aprendí a cantar, a hacer espectáculo, me dejaron muy claro que uno ha de ser siempre artista. Sobre un escenario y en la calle. En el mercado y cuando buscas trabajo. Cuidar tu cuerpo, tu ropa, tu estilo. El artista no sólo debe cantar. Ha de interpretar los temas, sentir y hacer sentir lo que dicen las letras (me cuesta cantar ante públicos que no saben español, me da mucha pena pensar que se están perdiendo letras tan hermosas, melancólicas o alegres). Pero además, ha de seducir a su público, Provocarle sensaciones. Algunas arrebatadas…

- Le he llamado ‘soldado cantante’. Suena bien pero raro.

- No del todo. Empecé a cantar en la calle, en las fiestas. En el colegio. Enseguida me descubrieron y me llevaron a una escuela profesional. Pero es cierto: en el Ejército participaba en concursos en los que me enfrentaba a soldados cantantes de otras guarniciones. Luego cantaré en hoteles internacionales, en el Tropicana, en cien sitios.

- Cuando la nostalgia es fuerte, ¿coge el avión y vuelve a La Habana?

- Regreso cada año porque no quiero perder Cuba. Pero tampoco el aplauso, que, en serio, te endiosa.

- ¿Busca trabajo o conciertos?

- Las dos cosas. Se canta de noche y se trabaja de día. Pero también necesito un manager. Honrado y con contactos. Que sepa su oficio.

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