Cadena perpetua por matar en pleno juicio a la 'mártir del hiyab'

El Mundo, ROSALÍA SÁNCHEZ. ESPECIAL PARA EL MUNDO, 12-11-2009

El condenado llamó «sucia» y «terrorista» a la farmacéutica egipcia embarazada Berlín


El mismo tribunal de Dresde que presenció en la sala de juicios el asesinato de Marwa el Sherbini desestimó ayer todas las eximentes alegadas, incluida una supuesta esquizofrenia, y condenó al asesino a cadena perpetua. A lo largo del juicio, el procesado mostró su carácter agresivo, alteró repetidamente el orden y tuvo que ser atendido por autolesiones tras darse cabezazos contra el mobiliario. En la sentencia aparece como móvil del crimen el «odio a los turcos».


Así termina el juicio del asesinato de la farmacéutica egipcia de 31 años, embarazada de tres meses en el momento de su muerte, que el pasado 1 de julio había acudido a los juzgados de Dresde como víctima de un caso de injurias racistas. La historia comenzó en agosto de 2008, cuando Marwa, ataviada con el velo islámico, le preguntó a Alex Wiens, alemán de origen ruso y en ese momento desempleado de 28 años, si podía retirarse del columpio del parque infantil y cedérselo a su hijo. La reacción de rabia de Wiens incluyó insultos como «islamista», «terrorista», «sucia» y dio origen a un juicio de faltas con agravantes xenófobos.


Wiens fue condenado en primera instancia a una multa de 780 euros y la sentencia causó revuelo en el mundo musulmán, donde Marwa es recordada como la mártir del hiyab. El pasado julio, cuando se celebraba la vista de revisión, Wiens extrajo de su ropa un cuchillo de 18 centímetros de largo y la apuñaló sin que su marido – que resultó herido – ni el tribunal que contempló el asesinato pudieran hacer nada para evitarlo.


Ayer, mientras se daba a conocer el veredicto en una sala abarrotada, el acusado permanecía rodeado por cuatro guardianes y otros 200 policías se encargaban de la seguridad en los alrededores del tribunal. La juez Birgit Wiegand aseguró que seguirá personalmente el caso para evitar que el condenado a cadena perpetua pueda beneficiarse, con el tiempo y la buena conducta, de mejoras de las condiciones o regímenes de prisión menos estrictos. Para ello lo declaró «culpable de asesinato en grado de suma gravedad».


El embajador egipcio, Ramzy Ezzeldin Ramzy, expresó su satisfacción: «Es la pena máxima prevista por la ley alemana, sirve a la Justicia y es una advertencia para los motivados por el odio».

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